¿NO PASARÁN?



  • A mediados de los 80's los ayuntamientos competían por ver quién era el más progre de la comarca. Corrían los tiempos del felipismo y todo el mundo reconocía haber fumado porros, pasado libros prohibidos durante la dictadura y viajado a Perpignan para ver El Último Tango en París. Y claro, todo alcalde de izquierdas (la mayoría) quiso apuntarse a lo de la Movida Madrileña para parecer más moderno que ninguno.
    Así se desarrolló un monstruo. Producto de una demanda veraniega inusitada, decenas de cutre artistas se hicieron de oro paseando sus esperpénticos shows por los las plazas de toros de media ¡¡¡ESPAÑA!!!!.
    De hecho todo el artisteo patrio se hizo rojillo y se apuntó al carro de la subvención sociata. Y ojo, no hablamos de cuatro perras, durante esta época se fraguaron grandes fortunas que finalmente terminaron beneficiando a los de siempre y dejaron un panorama musical desolador cuando a principios de los noventa apareció el PP y se acabó el cuento.
    Y a qué cojones viene esto, se preguntarán los que hayan sido capaces de leer hasta este punto. Pués bien, a que HAN PASADO!!!.
    Hace unos años advertíamos desde aquí que debíamos mimar un poco más la escena y no dejar que nos engatusasen dándonos gato por liebre, que el enemigo era fuerte y a la primera de cambio se nos iba a merendar sin ningún tipo de contemplaciones.
    ¿Qué tenemos hoy en día?
    Ahora ya lo podemos constatar. La escena de conciertos está desapareciendo y los únicos promotores que se atreven a programar algo fuera de un festival lo hacen cobrando entradas de 20 o 25 euros.
    Los ayuntamientos se vanagloria de ir cerrando salas de conciertos mientras por otra parte todos se emocionan ante la idea de subvencionar un festival de música "independiente".
    La mitad de los conciertos están llenos de extranjeros ya que el público nacional no tiene recursos, ganas, tradición ni conocimiento suficiente para ir a más de un concierto al mes.
    La prensa especializada casi ha desaparecido y su lugar lo están ocupando webs de aficionados amiguistas que sólo saben mirarse el ombligo y creerse lo más güays porque tienen una página web (ellos les llaman revistas, juas).
    Los medios de ámbito nacional sólo se interesan por los Festivales y tan sólo para remarcar si ha habido algún accidente o contratiempo y hablar del número récord de espectadores. El caso más increíble es el de la prensa de Barcelona, que santifica la idea de que ésta es la ciudad de la música y que aunque hubiesen cien festivales, los cien se llenarían y batirían todos los récords de asistencia.

    Los festivales han olvidado a qué juegan y proponen carteles cada vez más parecidos ya que, fruto de la inflación que ellos mismos han creado, necesitan justifcar cifras récord de asistencia para que los sponsors muerdan el anzuelo e inviertan unas cantidades sin las cuales este invento se viene abajo.

    Y nosotros???? Nosotros encantados con todo. Somos bobos por definición. Estamos tan empachados de música (malditas descargas) que ya no sabemos ni qué escuchamos y queremos que sea como sea algo nos sorprenda : resucitar bandas que hace décadas que no tienen nada qué decir, convencer a artistas para que toquen íntegramente discos de los que ya ni ellos mismos recuerdan, asistir a una multitud de conciertos simultáneos para no ver ni la mitad de cada uno….
    En fin, un desastre del que me parece que este festival no se ha podido librar.
    Pero claro, lo que molaba era la sana competencia entre eventos, el nomás del capitalismo liberal: cuanta más competencia mayor beneficio para el consumidor: UNA MIERDA!!!! Cada vez todos nos parecemos más, cada vez se nos ve más grises.

    Y volvemos al ejemplo del principio: esto de la música alternativa se ha convertido en un monstruo que nos ha comido a todos mientras nos mirábamos el ombligo. Perdimos la actitud y sólo se nos quedó la pose. POBRECITOS HIJOS DE PUTA!!!!



  • A mediados de los 80's los ayuntamientos competían por ver quién era el más progre de la comarca. Corrían los tiempos del felipismo y todo el mundo reconocía haber fumado porros, pasado libros prohibidos durante la dictadura y viajado a Perpignan para ver El Último Tango en París. Y claro, todo alcalde de izquierdas (la mayoría) quiso apuntarse a lo de la Movida Madrileña para parecer más moderno que ninguno.
    Así se desarrolló un monstruo. Producto de una demanda veraniega inusitada, decenas de cutre artistas se hicieron de oro paseando sus esperpénticos shows por los las plazas de toros de media ¡¡¡ESPAÑA!!!!.
    De hecho todo el artisteo patrio se hizo rojillo y se apuntó al carro de la subvención sociata. Y ojo, no hablamos de cuatro perras, durante esta época se fraguaron grandes fortunas que finalmente terminaron beneficiando a los de siempre y dejaron un panorama musical desolador cuando a principios de los noventa apareció el PP y se acabó el cuento.
    Y a qué cojones viene esto, se preguntarán los que hayan sido capaces de leer hasta este punto. Pués bien, a que HAN PASADO!!!.
    Hace unos años advertíamos desde aquí que debíamos mimar un poco más la escena y no dejar que nos engatusasen dándonos gato por liebre, que el enemigo era fuerte y a la primera de cambio se nos iba a merendar sin ningún tipo de contemplaciones.
    ¿Qué tenemos hoy en día?
    Ahora ya lo podemos constatar. La escena de conciertos está desapareciendo y los únicos promotores que se atreven a programar algo fuera de un festival lo hacen cobrando entradas de 20 o 25 euros.
    Los ayuntamientos se vanagloria de ir cerrando salas de conciertos mientras por otra parte todos se emocionan ante la idea de subvencionar un festival de música "independiente".
    La mitad de los conciertos están llenos de extranjeros ya que el público nacional no tiene recursos, ganas, tradición ni conocimiento suficiente para ir a más de un concierto al mes.
    La prensa especializada casi ha desaparecido y su lugar lo están ocupando webs de aficionados amiguistas que sólo saben mirarse el ombligo y creerse lo más güays porque tienen una página web (ellos les llaman revistas, juas).
    Los medios de ámbito nacional sólo se interesan por los Festivales y tan sólo para remarcar si ha habido algún accidente o contratiempo y hablar del número récord de espectadores. El caso más increíble es el de la prensa de Barcelona, que santifica la idea de que ésta es la ciudad de la música y que aunque hubiesen cien festivales, los cien se llenarían y batirían todos los récords de asistencia.

    Los festivales han olvidado a qué juegan y proponen carteles cada vez más parecidos ya que, fruto de la inflación que ellos mismos han creado, necesitan justifcar cifras récord de asistencia para que los sponsors muerdan el anzuelo e inviertan unas cantidades sin las cuales este invento se viene abajo.

    Y nosotros???? Nosotros encantados con todo. Somos bobos por definición. Estamos tan empachados de música (malditas descargas) que ya no sabemos ni qué escuchamos y queremos que sea como sea algo nos sorprenda : resucitar bandas que hace décadas que no tienen nada qué decir, convencer a artistas para que toquen íntegramente discos de los que ya ni ellos mismos recuerdan, asistir a una multitud de conciertos simultáneos para no ver ni la mitad de cada uno….
    En fin, un desastre del que me parece que este festival no se ha podido librar.
    Pero claro, lo que molaba era la sana competencia entre eventos, el nomás del capitalismo liberal: cuanta más competencia mayor beneficio para el consumidor: UNA MIERDA!!!! Cada vez todos nos parecemos más, cada vez se nos ve más grises.

    Y volvemos al ejemplo del principio: esto de la música alternativa se ha convertido en un monstruo que nos ha comido a todos mientras nos mirábamos el ombligo. Perdimos la actitud y sólo se nos quedó la pose. POBRECITOS HIJOS DE PUTA!!!!



  • Joder, cualquiera te responde a este peñazo. Yo no, que este menda se vá a currar…



  • A mi me gustaría saber cual es la relación entre el parrafo en el que arremetes contra los rojillos-sociatas y el resto del pseudoarticulillo que te has marcao sobre la fatalidad de las descargas y del panorama conciertil actual.

    Elton John seguro que estaría de acuerdo, al menos con lo de las malditas descargas. Y seguro que Ansar tambien te daba la razón.

    El TIS es PIS.



  • Muy buena reflexion, eso si un poco larga,

    Lo que don erre denuncia esta mas claro que el agua, nos hemos dejado ningunear por todos y este invento se nos va al garete, así que aprovechad y disfrutad lo que le quede.



  • @koan:3nm9rs58:

    Elton John seguro que estaría de acuerdo, al menos con lo de las malditas descargas.

    Es que la cultura de la descarga indiscriminada lleva a la saturación y al hastío, koan. Yo no me creo que una persona que me dice que se ha bajado 700 discos en un año se haya escuchado ninguno de ellos más de dos veces. Y esa no es la manera de disfrutar la música; hay discos que hasta la quinta, sexta o décima vez que los oyes, no te entran. ¿Cuánto hace que ninguno de nosotros se ha escuchado un disco reciente 10 veces o más? No hay tiempo; al día siguiente de haber descargado un disco, ya hay cinco más para descargar. Nos olvidamos de los discos dos semanas después de haberlos escuchado. Y eso nos lleva a lo que dice Don Erre, al empacho, a la pérdida de criterio y a la búsqueda de la sorpresa por la sorpresa. Es jodido. Y hay que tenerlo claro: la tecnología, internet en este caso, es una herramienta fabulosa, pero también tiene enormes inconvenientes (entre ellos la escasa productividad de los trabajadores del sector terciario )

    @MICHEAL:

    Lo que don erre denuncia esta mas claro que el agua, nos hemos dejado ningunear por todos y este invento se nos va al garete, así que aprovechad y disfrutad lo que le quede.

    Está claro que, a medio plazo, el modelo de los grandes festivales es insostenible, como la burbuja inmobiliaria pero sin tochos. Confiemos en que lo que venga luego valga la pena. Grupos siempre habrá. Y gente con ganas de organizar cosas, también. No todo está perdido.

    Gracias, Don Erre, interesante análisis.



  • se queda corto.



  • ¿En qué aspecto se queda corto?



  • Todo esto está muy bien, estar sentaditos en un banco criticando lo que pasa fuera sin proponer nada diferente, simplemente mostrar un pseudo-pesimismo de postal simplón sin ni tan siquiera intentar plantear una posible alternativa. Comparto ciertas cosas, incluso bastantes, pero vamos, que no creo que el panorama sea tan negro mientras haya gente que siga teniendo un interés honesto en hacer algo. Y la postura fácil es quemarlo todo y decir que no hay escapatoria y que el pasado siempre fue mucho mejor, que antes sí que se podían ver buenos conciertos de muchos más grupos, baratos, en 12 salas de conciertos en cada ciudad, con festivales cojonudos y con una prensa generalista que hablaba de Sonic Youth y de la música experimental belga en lugar de alabar a Julio Iglesias, porque antes sí que había un público para eso, no como ahora que a los conciertos sólo van los extranjeros.

    Y con el tema este de internet y la descarga masiva…se ha comentado por aquí muchas veces esto y está muy bien. Pero cuanta gente recomienda discos por aquí? Qué discos son los últimos que habéis escuchado 10 veces y que el resto deberíamos descubrir? Discos que busquen la sorpresa por la sorpresa, que merezcan realmente la pena. Me gustaría saberlo para poder disfrutarlos yo también, o poder mostrar una opinión contraria, agradeceros la recomendación con sexo, o lo que sea que haya que hacer.

    Dicho esto, bendito sea don erre para proponer un tema como este para poder discutir un poco y romper la monotonía y el aburrimiento del foro en agosto.



  • A mi lo de las descargas me parece equiparable al tema de las drogas. Cada uno debe poner su limite. Yo hace un año descargaba todo lo descargable. Y desde hace dos meses lo unico que he introducido en el ipod ha sido el nuevo de vic chesnutt y el de swod. Porque me apetece escucharlos mas de diez veces. El resto queda almacenado para posibles segundas escuchas. Pero esto no es malo per se. Simplemente hay que adaptar los habitos a los tiempos que corren. Respecto a los festivales, sigue habiendo oasis como el PS, el Tanned Tin o el AV en malaga. Se trata de jugar bien las cartas.

    Y el que quiera quejarse que lo haga de forma constructiva y actuando igual que verbaliza. Que es muy facil despotricar desde la poltrona.



  • Yo me quedo con ésto.@don:

    esto de la música alternativa se ha convertido en un monstruo que nos ha comido a todos mientras nos mirábamos el ombligo. Perdimos la actitud y sólo se nos quedó la pose. POBRECITOS HIJOS DE PUTA!!!!

    En cuanto a lo de las alternativas que dice el bueno de Pekh, personalmente te respondería como Bartleby.. Preferiría no hacerlo. Pa qué? Ya que se ha demostrado que todo posibilismo es una engañifa..
    Ésto de la música, ya se la merendó hace décadas la explotación económica, fenómenos pasajeros como lo indie, la escena alternativa ( entre otros ) fueron fagocitados por la industria. La explotación económica del fenómeno tecnológico (condición sine qua non de su misma existencia) no ha añadido nada nuevo. El consumo (aparentemente) gratuito de música no resulta ni de lejos una amenaza, sino un factor que alimenta, y de que manera, la psique consumista. Da igual que luego no te lo gastes en discos, ya te lo gastarás en otra cosa ( complementos para tu i-pod, pc's, blue ray.. lo que sea que quieran venderte)

    De todas maneras todo es tan cansino como obvio. O quizás sea yo, que me hecho mayor, y he caído dulcemente en los brazos del cansancio bartlebyano.

    Por cierto koan, el que quiera quejarse que lo haga como le salga de los cojones. Ése argumento de mierda de la crítica constructiva está demasiado visto. La critica constructiva ha de asumir unos plantemientos de base ( sobre los que construir ) que sólo sirve para sustraerlos de la discusión. Otra vez el maldito posibilismo..



  • @Hank:t4d8ns29:

    Por cierto koan, el que quiera quejarse que lo haga como le salga de los cojones. Ése argumento de mierda de la crítica constructiva está demasiado visto. La critica constructiva ha de asumir unos plantemientos de base ( sobre los que construir ) que sólo sirve para sustraerlos de la discusión. Otra vez el maldito posibilismo..

    Tienes toda la razón. Quejarse, que es gratis.



  • @koan:3ivmwisx:

    @Hank:3ivmwisx:

    Por cierto koan, el que quiera quejarse que lo haga como le salga de los cojones. Ése argumento de mierda de la crítica constructiva está demasiado visto. La critica constructiva ha de asumir unos plantemientos de base ( sobre los que construir ) que sólo sirve para sustraerlos de la discusión. Otra vez el maldito posibilismo..

    Tienes toda la razón. Quejarse, que es gratis.

    No te quepa duda que lo mejor siempre es gratis.



  • A veces me inunda una suerte de nostálgia imaginaria hacia algo que no he vivido y que nunca voy a vivir: ser un aficionado a la música una o dos décadas atrás, la imposibilidad de tener acceso a la mayoría de bandas "exteriores" y hasta locales, la dificultad de la búsqueda y encuentro de aquel disco, la conformidad con lo poco que se encontraba y los pocos que se molestaban en venir por aquí, la ilusión de cualquier mixtape que podías cazar, la incógnita ante aquello desconocido y nuevo. Pero no, con el internet ya no hay marcha atrás, todo al alcance - soy un chico arruinado, spoiled, por la cultura masiva y compulsiva de la descarga, un obseso como cualquier otro. La gente de mi generación no entiende lo que sucedía antes de la red, ni debería. Ha supuesto una "mejora" general, a nivel de música? A veces lo dudo.



  • Mh. Buena pregunta. Quizá en aquellos tiempos [mode="Abuelo Cebolleta"], al haber menos acceso al mundo de la música, sólo acababa llegando lo verdaderamente interesante. O quizá simplemente nos conformábamos con lo que había (también éramos más jóvenes y algo más ingenuos quizá, no sé). Yo tampoco tengo demasiado claro que haya habido una mejora; antes, al final del año, de 20 discos que escuchaba, 4 ó 5 pasaban el filtro; ahora, de 200, siguen pasándolo 4 ó 5. Igual soy yo, que ya no tengo edad.[/mode]



  • Yo echo de menos mi antigua manera de escuchar música, cuando me compraba un disco y no paraba hasta haberlo memorizado. Hoy apenas lo hago porque escucho muchas más cosas y no tengo tiempo para oirlas como debiera, pero también (mea culpa y sólo mea) porque no sé en qué invierto mi tiempo. Los discos que más me gustan los oigo un montón de veces, pero en el i-pod por la calle, en la oficina mientras trabajo, etc., pero no tirada en el sofá sobando la carátula.

    Creo que ya me he ido por las ramas…



  • Entonces culpamos a la tecnología de los vicios que adquirimos o aceptamos nuestra responsabilidad?

    Nadie nos está obligando a escuchar 150 discos en lugar de 25. Podríamos no descargar nada y seguir escuchando sólo lo que compramos una y otra vez. Bajarse mil discos, escucharlos una vez o dos y luego quejarnos porque antes escuchábamos menos pero saboreabamos más no tiene sentido, o es que la tentación de tener todo a nuestro alcance es demasiado fuerte y hay algo que haga que no podamos evitar bajar discos indiscriminadamente?

    O quizás nos dejamos llevar por la pose de ser el que más a la última está y el que más novedades escucha?



  • mecaguenlaleche un tema que me mola y ando jodido de curro que tengo que acabar mil cosas antes de pirarme…
    varias veces ya he comentado algo de esto, y básicamente es lo que ya habéis dicho

    otra cosa que ha cambiado es la manera de llegar al status de tío guay que controla mogollón. Obviamente antes era el que tenía el disco, el soporte físico, una buena colección en casa y a fardar. Como ahora cualquiera puede tener cualquier cosa, para molar hay que ser el primero en descubrir y recomendar a través de los múltiples medios que da la web 2.0 de los cojones a grupos rarísimos que no conoce ni supu y han sacado un single en un sello desconocidérrimo, o mejor, autoeditado. Y claro, a perder la vida en rebuscar por blogs musicales, e-zines marginales, myspaces hasta que por fin se da con los neozelandeses "those who ate bananas in the middle of the street shalalala" (fundamental descubrirlos antes de que lo haga pitchfork o no da puntos). Y muy probablemente a esta gente les nombras cosas que deberían ser de dominio público como gong o the triffids o the incredible string band y ya no es que no tengan nada, directamente te miran con cara de haba (bueno, the incredible string band igual no, que con todo el rollo folk alguno los nombraba)

    y lo que más me jode es que me dedique a balbucear cuatro chorradas a la hora de comer en vez de relajarme un rato

    EDITO: pekh, lo que a mí me ha costado un huevo tú lo has dicho mejor y más rápido. ntch



  • Preguntarse si ha habido una mejora no niega el hecho de que las cosas ya no volverán a ser como antes (por muchas amenazas de "cerrar" el internet o hacerlo de pago que haya, está aquí para permanecer), creo que son dos ámbitos distintos, personalmente no puedo hablar de uno de ellos, solo puedo imaginarmelo más dorado de lo que debiera ser. De todos modos creo que la sociedad tiende a querer engullir más y más en el menos tiempo - del mismo modo que hay urgencia por escuchar tantos discos en una semana, también la hay para acabar un libro lo más rápido posible para empezar un otro. Y en un mundo como este en que hay información por todos lados (tropecientas bandas nuevas se dan a conocer gracias a la red, además internet te dice que 235 bandas son la polla y que las esuches ya mismo, cosa que no sucedía en el '91, las pocas fuentes de recomendaciones que podías encontrar eran las revistillas y los amigotes), que se acumula y que te meten por todos los agujeros, es difícil seleccionar y centrarse en algo solo. No lo voy a negar, soy un adicto al slsk, bajo más de lo que puedo escuchar, es un problema, llega un punto en que oigo algo que conozco y no sé ni distingir lo que és. El miedo a que esta sobre-saturación vaya en incremento implacable, es preocupante.

    @Ashes:

    Creo que ya me he ido por las ramas…

    Los deliciosos recuerdos de un pasado (paraíso?) perdido siempre son bienvenidos.



  • @hiperion:3f2l33qj:

    ¿En qué aspecto se queda corto?

    en bastantes, pero creo que es bastante condescendiente en cuanto a la actitud del personal.