MÁS CULTURA



  • Por cierto, Valderrama's friend, ahce un tiempo lo reivindiqué por aqui. Has leído algo de Jonathan Coe? De ser así, me interesa bastante tu opinión para ver si es un Sundance Boy o un escritor con clase.



  • No soy tu herman@, pero me meto en la conversación para decir que a mi me gusta mucho Eugenides (y que te admiro por saber poner su nombre entero, yo siempre me lío). Middlesex me enganchó de mala manera.

    Y hace tiempo que me muero de ganas de leer al aclamado señor Philip Roth. A ver si me pongo.



  • 1.- Ni a Jonathan Coe ni a Jeffrey Eugenides. Si tienes algúna orientación para devorar, hazmelo saber. Haré una búsqueda por las bibliotecas públicas esta tarde a ver que tal.

    2.-Sobre Houellebecq, comienza, si me lo permites, por Ampliación del campo de batalla (o Extension du domaine de la lutte, más explícito en gabacho). Creo que es, a pesar de sus detractores, uno de los más lúcidos analistas de la sociedad europea occidental, por no decir, el único. Y entiendo ese concepto como aquel que aparta la cortina para mostrarnos que hay detrás de nuestras experiencias diarias. The horror…

    3.-Lo cierto es que, gracias al ADSL, he dejado por fin la televisión ya que me tumbo en la cama para escuchar la música bajada (gracias a vuestras recomendaciones y mi buen gusto) con un buen libro y mis neuronas centran su atención en algo inteligente. Parafraseando al gran Lou:

    Then, one fine evening, she turns on a ADSL ISP*
    She doesn't believe what she hears at all
    Ooh, she started dancin' to that fine, fine music
    You know, my life was saved by Peer to peer
    Yeah, Peer to peer

    4.-Sundance boy!!! Sí!!! Lo has clavado!!! Ejemplo de Sundance boy (para animar el tema): Douglas Coupland (jiji)

    Ay como me gusta que nos hagamos estos tocamientos literarios.

    *Proveedor de servicios de Internet que te desangra mensualmente



  • Yo tengo La conjura contra América en casa muerto de risa, esperando que me quite la tontería de encima y empiece a leerlo. Ayer terminé mi segunda lectura de Austerlitz, de Sebald (de nuevo tuve que recoger los huevos del suelo, sin duda el libro que más me ha emocionado de todos los que he leído) y empezé con Los Enanos, la única novela que ha publicado Harold Pinter, como ya sabéis Premio Nobel de Literatura. A ver qué tal…



  • Para no enrollarme como ya lo hice en su día…

    Jonathan Coe tiene:

    Los enanos de la muerte
    Menudo reparto
    La casa del sueño
    El club de los canallas

    Menos el primero (que es una novelica sin ninguna trascendencia), los otros tres es una exhibición de estilo narrativo, unos personajes realmente vivos y unas tramas complejas pero preñadas de cinismo, ironía...en definitiva humor.

    A mi la Casa del Sueño (los devaneos emocionales de una narcoléptica y su entorno) me emocionó, con Menudo reparto me partí de risa con su análisis de la clase acomodada inglesa, aunque el final no me convenza (relamente es lo que no me gusta de Coe, sus finales). Y El club de los canallas es su obra magna, conjuga todo lo anterior (vida y milagros de una pandilla de amigos del Birmingham de los 70 repasando todo el espectro sociopolítico y cultural de la época).

    Me es complicado recomendarte uno, pero para ir a lo seguro (y también es el que más tienen en las biblios), si puedes píllate el Club de los Canallas. Si ese no te gusta, no te gustará el resto de su obra.

    Saludos y un beso lascivo



  • … telegráficamente, voy algo pillado (sobre todo si quiero salir antes para ir a ver a Mongolfier Brothers):

    • Pynchon: únicamente he leído V. y muy bien, eso sí, me dejó exhausto, muy exigente. Me costó entrar en su mundo, pero una vez allí es fascinante. Por si acaso, antes de seguir (supongo que lo haré por el Arco iris de gravedad) estaré un tiempo con otras cosas
    • Eugenides: Las vírgenes suicidas, cojonudo. Middlesex está ahí esperando
    • Sebald, Austerlitz: también se me cayeron los huevos, brutal
    • Amis: algún fan? no había leido nada y empecé con Dinero. Acabo de dejarlo a las 100 pags o así, no es que no me gustara, lo cogía sin ganas y me dejaba bastante indiferente, como que me daba igual lo que me estaba contando. Quizá más adelante, quizá con otro libro, pero la verdad es que nada
    • Houllebeq: tan sólo he leído ampliación del campo de batalla, muy duro. Es como un médico que diera un diagnóstico hipercertero pero fuera incapaz de dar una cura, aunque lo más probable es que el paciente esté deshauciado. Supongo que los siguientes irán cayendo, depende un poco del ánimo
    • De momento ni Roth ni deLillo ni Coupland, y tampoco es que me atraigan demasiado
      Ahora estoy con los detectives salvajes, acabo de empezar y de puta madre (paso de poner otro adjetivo más florido, ya me entendéis). 2666 me flipó, y este no parece que vaya a ser menos

    Y para después, corriendo la banda estan Alfred Jarry y Jack London



  • El Club de los Canallas es el mejor, sin duda. Disfrutas como un camello leyendo sus dos obras anteriores, pero no son tan redondas. Por cierto DayIn, pregunta de rigor: tienes noticias sobre la publicación de El Círculo Cerrado, la segunda parte de El Club de los Canallas? Ya iria siendo hora, no? Desde los tiempos de la facultad que lo esperamos, joder!



  • @Rumsas:5slhgvbe:

    Sebald, Austerlitz: también se me cayeron los huevos, brutal

    En el PS no te escapas. Tu y yo tenemos que tomarnos unas cañas



  • Coño! Unas cañas para hablar de Sebald! Me apunto cabrones

    Day In, he estado tentado de comprobar si la mayoria de escritores que has comentado eran judios.. En todo caso de Philip Roth os recomiendo, con absoluta tranquilidad Operación Shylock. Un ejercicio de mesurado delirio sobre la identidad, lo que eres y quien eres. La cuestión judia, los palestinos, el estado de Israel.. Más cerca de la auto parodia que de la reflexión profunda, y con el suficiente grado de descreimiento. Yo me he reido bastante la verdad.



  • @Rumsas:3gg9mk78:

    • Amis: algún fan? no había leido nada y empecé con Dinero. Acabo de dejarlo a las 100 pags o así, no es que no me gustara, lo cogía sin ganas y me dejaba bastante indiferente, como que me daba igual lo que me estaba contando. Quizá más adelante, quizá con otro libro, pero la verdad es que nada
    • Houllebeq:

    Yo me leí dinero con 16 años ( hace mucho) y me reí mucho, pero me imagino que fue por el lenguaje utilizado y por un protagonista que se pasa meses con la misma borrachera, pero ahora no creo que me interesase mucho.

    De Houllebeq, precisamente me estoy leyendo ahora "Las Partículas elementales" y me está gustando mucho. A mí me recomendaron empezar por este, precisamente porque "Ampliación del campo de batalla" era muy duro. Probablemente irán cayendo poco a poco el resto , porque promete.



  • @pumpkin:odu0ep8v:

    @Rumsas:odu0ep8v:

    Sebald, Austerlitz: también se me cayeron los huevos, brutal

    En el PS no te escapas. Tu y yo tenemos que tomarnos unas cañas

    Pues va a ser que seremos tres. Además se debe hablar del Tour de Francia que estará a la vuelta de la esquina. No hay que olvidar que Rumsas es el ciclista-impostor más importante de los últimos años.

    Ah! Y también caña con Ashes, porqué avatar de 69 love songs y fan de Middlesex le hacen candidata a hermana del alma-¿mayor o menor?, eso nunca se pregunta a una dama-.

    EDITO: Tema Tour de Francia: el año pasado con algunos amigos nos fuimos a los Pirineos, puerto de Hors Catégorie, pero este año ya lo hemos hablado y caerán los Alpes. Tengo que repasarme el recorrido con calma pero el Galibier (2600 y pico metros) sería lo más.

    Y que nadie me acuse de off-topiquear porque si el Ciclismo de élite no entra en Cultura, no sé de qué narices estamos hablando.



  • @pumpkin:5cyef3iq:

    En el PS no te escapas. Tu y yo tenemos que tomarnos unas cañas

    @Hank:5cyef3iq:

    Coño! Unas cañas para hablar de Sebald! Me apunto cabrones

    @Marniello:5cyef3iq:

    Pues va a ser que seremos tres. Además se debe hablar del Tour de Francia que estará a la vuelta de la esquina. No hay que olvidar que Rumsas es el ciclista-impostor más importante de los últimos años.

    club de fans de Sebald, cojonudo

    ahm, efectivamente Marinello, el nick es por el lituano!!! jaja...



  • Judíos? Roth lo es seguro, pero creo que DeLillo, Franzen y Foster Wallace no lo son. Desconozco si Lethem y Pynchon lo son. El primero quizá sí.

    A mi de Sebald me fascinó Sobre la historia natural de la destrucción y prometo volver a leer Austerlitz. Cuando lo hice se me hizo muy difícil seguir su prosa. Pero esto es como todo: depende del momento en que te pillas algo. El contexto espacio-temporal de recepción es siempre importante.

    … todo sea para pillar alguna birra de esas



  • @DayIn-DayOut:vl9j6zar:

    Judíos? Roth lo es seguro, pero creo que DeLillo, Franzen y Foster Wallace no lo son. Desconozco si Lethem y Pynchon lo son. El primero quizá sí.

    Mmmhhmm.. todos ..todos son judios..mira sus nombres..como huelen..

    En relidad no lo sé, me lo parecia pero ( hombre Lethem fijo no? ) bueno, que me daba igual, lo que pasa es que yo ultimamente los veo por todos los lados. No tiene importancia.

    Que eso, que Roth mola . Recuerda Operación Shylock



  • No tengo muy claro que Foster Wallace y Franzen sean judíos, aún no he encontrado el dato fehaciente (aunque si por el apellido los identificas tendrás razón, yo en eso no sé demasiado). Lethem seguramente lo es, sí.

    En todo caso no son escritores que hablen de un imaginario de la cultura judía; en ese sentido se inclinan más por el fenómeno urbanita. De hecho en The Corrections de Franzen, los protagonistas son la cara kitsch del cristianismo puritano del Oeste yankee.

    Yo al escritor que no aguanto es a Noam Gordon.



  • @llimaz:1zariap5:

    @Rumsas:1zariap5:

    • Amis: algún fan? no había leido nada y empecé con Dinero. Acabo de dejarlo a las 100 pags o así, no es que no me gustara, lo cogía sin ganas y me dejaba bastante indiferente, como que me daba igual lo que me estaba contando. Quizá más adelante, quizá con otro libro, pero la verdad es que nada
    • Houllebeq:

    Yo me leí dinero con 16 años ( hace mucho) y me reí mucho, pero me imagino que fue por el lenguaje utilizado y por un protagonista que se pasa meses con la misma borrachera, pero ahora no creo que me interesase mucho.

    Yo me leí Dinero también con unos 16 años y desde entonces no he querido volver a saber nada de Martin Amis.

    @Marniello:1zariap5:

    Ah! Y también caña con Ashes, porqué avatar de 69 love songs y fan de Middlesex le hacen candidata a hermana del alma-¿mayor o menor?, eso nunca se pregunta a una dama-.

    No, por respeto esas cosas no se preguntan a una hermana mayor ...



  • @pumpkin:2kgxq1ca:

    Yo tengo La conjura contra América en casa muerto de risa, esperando que me quite la tontería de encima y empiece a leerlo. Ayer terminé mi segunda lectura de Austerlitz, de Sebald (de nuevo tuve que recoger los huevos del suelo, sin duda el libro que más me ha emocionado de todos los que he leído) y empezé con Los Enanos, la única novela que ha publicado Harold Pinter, como ya sabéis Premio Nobel de Literatura. A ver qué tal…

    Pues debes comenzar a leer La Conjura contra América cuanto antes, es buenísimo.
    Yo me uno al club de fans de Sebald, Austerliz es de aquellas obras que seguirán siendo un clásico dentro de trescientos años.



  • Pues empezaré con La Conjura contra América esta misma noche, con este tiempo cualquiera sale de casa.
    Hoy me he hecho con una novela a la que hace tiempo que le tengo ganas: Trenes Rigurosamente Vigilados, de Bohumil Hrabal, integrante del club de escritores checos que tanto frecuenta DayIn. Alguien lo ha leído? yo ni he visto la película, ganadora de un Oscar, creo.



  • Bohumil Hrabal era un buen hombre. Su padre estaba dentro del negocio de la cerveza y él heredaría esa pasión como cliente asíduo de la Praga preboom turístico, aquella capital centroeuropea donde la historia fluía entre callejones mal iluminados, rostros gélidos, pero bohemia a prueba de balas.

    Estudió Derecho y con la irrupción de los nazis y su expansión en la zona le hicieron abandonar la vida rutinaria, la universidad y sus trabajos de burócrata sin alma para ir a parar a ganarse el cobre en una estación de trenes. Por aquella época, las Pilsner ya circulaban por su organismo, y empezaba a frecuentar cabarets, tabernas y demás bares en los que persistía la vida popular y las gentes de corazón frágil y sencillo.
    Empezó a escribir con suma humildad, para exorcizar fantasmas y dar salida a toda la melancolía que le traía una vida trasbalsada y sumida en todo tipo de trabajos. A partir de ahí, surgió una obra literaria de ciudades-páramo, de caos contenido, de calma tensa, de silencios y vacíos, de personajes puros hasta llegar al colmo de lo naïv (fiel a la tradición de otro gran escritor checo, Jaroslav Hasek, y su monumental El buen soldado Svejk).

    El viejo Bohumil seguía mezclándose con su particular bohemia praguense: borrachos, bebedores afables, mujeres solitarias y demás personajes que creaban un microcosmos propio de los que se han perdido en algún lugar del camino. Un buen día decidió escribir Una soledad demasiado ruidosa, una pequeña novela en la que relata las andaduras de un personaje que vive rodeado de libros, que prensa papel, mientras fuera de su taller la industrialización destruye cualquier rasgo de humanidad, debajo del suelo que pisa imponentes clanes de ratas luchan por la supremacía en las cloacas, y en su interior reinaba el imperativo kantiano de una lucha en su interior y un cielo estrellado sobre su cabeza.

    Hrabal es un ser extraño en la nueva sociedad que se está configurando, aislado de la pomposidad de una humanidad que ha perdido, precisamente, el necesario componente romántico que le hace humana, que se han librado a las brumas de la modernidad y que escupe sobre aquellos outsiders que tienen en la honestidad y los lazos intangibles su razón de ser.

    Tragedia, inocencia, dicotomía entre un ser humano puro y un ambiente en pleno y lento proceso de corrupción. Como una llama que se apaga lentamente bajo la triste letanía del crujir de las páginas de un libro. Esa fue la melancólica agonía de un Hrabal que murió tras darle de comer a unas palomas desde la habitación de un hospital de Praga. Si fue suicidio o accidente nadie lo ha desvelado, pero quizá Una soledad demasiado ruidosa pueda aportar algo de luz. Luz en la oscura y fría noche de un héroe que sólo necesitó juntar cuatro sentimientos con franqueza en unas pocas páginas.



  • No se si se había dicho, pero hace poco (noviembre-diciembre) salió un nuevo libro traducido de Houellebecq al castellano titulado LA POSIBILIDAD DE UNA ISLA, publicado por Alfaguara. Poco tardaré en pillarme un ejemplar. Las críticas que he leído, pintan bastante bien. La acción se desarrolla a lo largo de toda la geografía española, y por lo que he visto, Houellebecq vuelve a denunciar lo miserable de la existencia humana apuntando alto, con ese determinismo que él tan bien desarrolla.