Crónicas conciertos 2011



  • La crónica de 30segundossobretokio es MEMORABLE, leyéndola dan ganas de haber estado allí. Gracias!



  • Joder, a estas horas y de regreso de ver 2h15m de concierto de Mark Kozelek. Creo que no he asimilado aún lo vivido. Mañana con calma me extiendo.



  • por lo menos tu has llegado,yo sigo en el buho!

    mark kozelek aka awkward motherfucker

    randolph's tango ftw!



  • Yo acabo de llegar!!!



  • @30segundossobreTokyo:1bpsa5nd:

    **ANA MORALES (baile) / JESÚS GUERRERO (guitarra) / ÓSCAR LAGO (guitarra) / MOI DE MORÓN (cante)

    14 de Febrero 2011

    Caixaforum (Barcelona)**

    Gracias por tu crónica, 30". Me ha encantado, no sólo por lo que explicas sino por cómo lo haces. Me la marco con rojo para que no se me escape la próxima vez.



  • si es que 30'' es un artista… muuuu profesional



  • Ni os penseis que os vaya a invitar a un café, que os conozco.



  • Jo, yo esperaba una cerveza, como mínimo.



  • **CAPULLO DE JEREZ

    18 de Febrero 2011

    Sala Apolo (Barcelona)**

    Es que incluso el mismo lo dijo al empezar su concierto: “la última vez no estuve bien, hay que arreglarlo”. Y se puso a ello con ganas, pero que muchas ganas. Ya salió al escenario como una locomotora, dejando muy poco tiempo para que el respetable que casi abarrotaba la sala pudiera acabar de asimilar al quinteto que lo precedió. Esas prisas, o esas ganas de saldar una cuenta pendiente estuvieron presentes en todo el concierto y eso, bajo mi personal punto de vista, fue el principal escollo.

    Ayer, el emperador de la bulería fue rácano en jondura. Solo dos o tres temas de los denominados palos serios y, uno de ellos, lo suficientemente liviano como para también catalogarlo como festivo. Aceleró los tempos, sobre todo en la soleá inicial y aprovecho el volumen que desde la mesa de sonido le habían concedido para aplastar al personal. Esto último no es ninguna crítica en contra suya: cuando el Capullo se acerca al micrófono y abre la boca, uno sabe perfectamente que algo va a pasar. El de Jerez es un maestro a la hora de musicalizar y jugar con las palabras, en quebrar tonos y mostrar un amplio abanico de notas en cada fraseo. Y, no hay que olvidar esto, Capullo es un derroche en teatralidad: sus brazos, manos y rostro reflejan todos esos matices dramáticos, es un auténtico espectáculo ver la gestualidad de este hombre. Si encima se le da un volumen alto, su voz entra en las entrañas de una forma inmediata y eficaz. Por ello, la falta de un repertorio más generoso en palos más profundos impidió saborear la gran voz del Capullo en registros dramáticos (si hubiera cantado una seguiriya, nos habría dejado ko para unos días) cosa que el respetable, y estoy seguro de esto, también le hubiera aplaudido a rabiar.

    Porque el respetable tenía hambre y sed de Capullo. No le costó absolutamente nada meterse a la platea en el bolsillo (bueno, creo que todo el mundo ya lo estaba cuando accedió a la sala, así que el mérito es relativo). Y si a todo esto le añadimos que su repertorio fue, en un 70 por ciento, rumbero y festivo, pues ya me dirán. Ya la cosa empezó a tener esos tintes con un meddley de sus rumbas y bulerías más conocidas (“Son De Lunares”, “Pan Y Queso”, “La Culpa” y otros big hits) y, desde entonces, se dejó llevar por esos derroteros. Incluso hasta se levanto de la silla para improvisar al borde del escenario con referencias a los programas basura y a Bin Laden. Al final de su set, una hora pelada, la sala aullaba, literalmente. A star is born.

    Del gran ambiente que había en la sala también se aprovechó el quinteto que salió a “calentar” el ambiente antes del maestro. A destacar la labor de El Tuto a la guitarra (anda que no le dieron candela al sonido de ese instrumento, hasta demasiada, pero ello no escondió a una labor dúctil e interesante que, puede valer la pena de seguir) y la labor al baile de Iván Alcalá (gran taconeador, quizás un poco más escueto de cintura para arriba y, teniendo en cuenta que no habían sillas en la platea y el escenario no es lo suficientemente alto, casi todos nos quedamos con las ganas de verle los pies) y Iñaki Márquez (menos generoso con los tacones, pero de una expresividad corporal mucho más sugerente que, si a ello le sumamos una actitud callejera, podíamos decir que su intervención fue como si estuviéramos viendo a los Jets de West Side Story). Joaquín Gómez El Duende, el encargado de poner la voz, cumplió de sobras: tiene una voz joven y brillante, pero le falta todavía matices, es un poco plana.



  • Poca cosa puedo añadir. Menudo portento el Sr. Capullo. Vibré cosa mala, aunque es cierto que quizás la cosa fue excesivamente rumbera.



  • Pues muy de acuerdo con lo expuesto 30". Pese a no ser un entendido, la verdad es que también eché de menos algunos pasajes menos festivos y más centrados en el detalle, pero tal y como estaba la pista de encendida, supongo que el "Capu" optó por dar lo que "se le pedía".

    Respecto a los guitarristas, a mí el chaval que estuvo en la primera parte me gustó mucho, apenas miraba el mástil y se le veía fino y tranquilo.

    Los bailaores, también coincido en que el taconeo de Iván (melenas) era muy potente, pero la manera de controlar los brazos y las manos de Iñaki (rubio) tenían al personal hipnotizado, entre los que me incluyo. 2h que se me hicieron cortísimas y que disfruté a todo poder.

    Menuda vista gorda hicieron los seguratas, cuando el personal empezó a desenfundar los cigarros con y sin risa, pero viendo el percal habría sido peor el remedio que la enfermedad, jaja.



  • También estuve en el capullo ayer noche.

    Corroboro lo comentado y solo quería aportar un par de cosas:

    Pocas veces se dará ese porcentaje de poligoneros/metro cuadrado en el apolo.

    Al acabar el concierto se dio algo inaudito en el apolo; sonó un tema de rosario flores

    a ver si purgais el sistema de sonido



  • La pequeña de los Flores también sonó antes del bolo. También me resulto curioso, si hubieran puesto a Camarón, por ejemplo, el público ya hubiera estado en el nirvana antes de empezar.
    Joder, cuanto forero ayer. Yo estaba con el Chanclas y con RX. Hasta podemos empezar a crear una peña flamenca aqui. Algo así como Peña Flamenca "El Niño De Valderrama".
    La próxima vez quedamos todos, coña.



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  • el concierto de betunizer y za en kgb ha sido la polla, mucha gente y gran ambiente, qué bien que lo pasemos. I love this game

    (crónica escrita desde el futuro)



  • WIRE anoche en la2

    "Pero qué coño os pasa? estáis deprimidos?"

    Esas palabras del bajista al final del concierto resumen el mismo feeling que tuve yo durante todo el concierto… pero qué coño pasa con el público barcelonés? es que queremos convertirnos en unos gafapastas modernos de visita guiada?... es que cuando vamos a un concierto actuamos como en un museo de arte moderno?... pero qué mierda es esto?...
    con el conciertazo que dieron esta gente y la intensidad sónica y distorsión que salió de sus ramalazos punk-rock de alto nivel y ni eso moviliza al personal...?

    ayer me sentí avergonzado por la actitud que mostramos, me sentí como ese feeling que tengo las pocas veces ya que voy al Camp Nou y oigo ese silencio sepulcral, en lo que en Anfield (por poner un ejemplo) sería cánticos y gritos atronadores y emocionantes.

    Yo no paré de moverme, sudar, gritar y silvar... pero quizás al resto de la parroquia les pudo molestar visto la actitud de snobs-estatua que mostraron.

    A este paso nos cargaremos el rock, el punk y todo lo que se menea de auténtico en esta ciudad... mu mal señores, mu mal

    el grupo? cojonudo, el concierto? cojonudo, mucho mejor que en PS, duración? corta... aunque no me extraña... debieron salir por patas de aquí



  • Sorpresa, sorpresa. El público de conciertos en Barcelona es todo pose. Y en los clubes donde ponen música decente no baila ni el tato.



  • los teloneros que tal? el disco es majo



  • llegamos solo a un tema y medio

    pero sonaban sorprendentemente bien, mucho ruido y potencia



  • Los mozos que precedieron a Capullo me han abierto una puerta en el cerebro, con eso lo digo todo (del bolo en si ya se hablado mucho y completamente)

    Y lo de anoche en el KGB fue heroico de veras. Mira que decíais que el sonido de esa sala era malo, pero no es que sea malo, es que es infecto: pelota sonora con el bajo, batería mordidas, teclados estériles…un horror, mucho peor que Sidecar, Be Cool, Monasterio, o el cuartucho que os dé la gana.

    Y la heroicidad fue que, a pesar de los pesares, los grupos que precedieron a Za! (tras varios cambios de última hora: ahora meto a Pony Bravo aquí en medio y subo 2 € la entrada por sorpresa), Betunizer y Pony Bravo, dieron dos conciertazos a base de contundencia y ganas, aplomo sobre el escenario, y un repertorio muy sólido. Los segundos, por cierto, estuvieron más psicodélicamente sueltos e idos que nunca, y en el último de los temas los dos Za! les acompañaron a la trompeta + clarinete, o aporreando percusiones. A los andaluces ya los tenemos muy vistos, pero los madrileños que vuelvan al Moog -de nuevo- o donde sea menos KGB, por favor, convencedles.

    Respecto a los protagonistas de la velada, Za!, dejaron constancia de que "Megaflow" será aún más delirante y cavernícola que el anterior, pese a ser uno menos en la banda, aún a base de guitarrazos, loops de voz guturales o en idioma venusiano, y maltrato de batería. Lo que no sé si será el disco es corto, ya que no les ocupó más de media hora de bolo. Después, se marcaron unas versiones con varios invitados (una de Zeidun con Joan Colomo, de Aina con Artur Estrada, de No More Lies con un señor que desconozco, y el "Bienvenidos" de Miguel Ríos (!) con Tarántula) que, personalmente, cortaron bastante el rollo, y posteriormente, volvió a unírseles el viajante tercer (ex?)miembro de la banda para tocar un par de temas del "Macumba o muerte".

    En La [2] por contra, las coordenadas iban por un camino más popero con Los Ginkas, que dieron un concierto muy bailongo y fluido, sostenido en una munición de hits, ora más yé-yé, ora más garajero, ora yé-yé garajero.
    La única pega fue que a las dos vocalistas aún les puede el miedo escénico, manteniendo una sensación de incomodidad durante todo el bolo. ya fuera por tics nerviosos, risitas tensas fuera de micro pero en medio de la canción, y caras a lo "buf, una menos!" tras cada tema, que, obviamente, pegaba cero con el sonido festivo de la banda. Vamos, más cerca de Linda Mirada que de las Pepper Pots, siendo poco recomendables ambos extremos.

    El público, sin petar la sala, dió mucho ambiente, bailando -pero de verdad, despegando los pies del suelo- de principio a fin, coreando los estribillos, y soltando chorrazos de cerveza, por suerte de este a oeste y al revés. Habrían hecho las delícias de Psychocandy.

    Y ya entendí lo del nombre: Gin con Kas –> camarero, un ginkas!)