Piel de gallina (CINE)
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@Kanchelskis:1nlb8lnq:
pues ya tenemos parte de la programación de Cannes (la Quincena y la Semana, para el lunes), señoras, y mas que interesante selección oficial: Cronenberg (cuyo hijo, por cierto, presenta su largometraje de debút en Un Certain Regard), Haneke, Kiarostami, y Resnais, el regreso de Léos Carax ("Los amantes del Pont-Neuf") y Reygadas ("Luz Silenciosa") tras unos cuantos años 'desparecidos', las nuevas de Nichols ("Take Shelter"), Garrone ("Gomorra"), Audiard ("Un profeta"), Wes Anderson ("Life Aquatic"), y Mungiu ("4 meses, 3 semanas, 2 días"). Veremos qué pasa con las de Hillcoat, Dominik, Loach, los dos Sang-soo, Salles, Loznitsa, Seidl, y Vinterberg, y miedito me da Lee Daniels ("Precious").
También, después de nuevo años, Bertolucci presenta cinta nueva, así como Argento revisita a Drácula, Miike también tiene film por estrenar, el bastante ido a menos Fatih Akin, y Weersaethakul ("Uncle Boonmee…") llega con un mediometraje.
En Un Certain Regard, bueno ver por ahí a Xavier Dolan ("J'ai tué ma mère"), Trapero ("Carancho"), y Verheyde (de la que cabe esperar que dé un paso fílmico más firme con su nueva peli, tras la apreciable "Stella")
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@Dan:
@Kanchelskis:1oz88wah:
pues ya tenemos parte de la programación de Cannes (la Quincena y la Semana, para el lunes), señoras, y mas que interesante selección oficial: Cronenberg (cuyo hijo, por cierto, presenta su largometraje de debút en Un Certain Regard), Haneke, Kiarostami, y Resnais, el regreso de Léos Carax ("Los amantes del Pont-Neuf") y Reygadas ("Luz Silenciosa") tras unos cuantos años 'desparecidos', las nuevas de Nichols ("Take Shelter"), Garrone ("Gomorra"), Audiard ("Un profeta"), Wes Anderson ("Life Aquatic"), y Mungiu ("4 meses, 3 semanas, 2 días"). Veremos qué pasa con las de Hillcoat, Dominik, Loach, los dos Sang-soo, Salles, Loznitsa, Seidl, y Vinterberg, y miedito me da Lee Daniels ("Precious").
También, después de nuevo años, Bertolucci presenta cinta nueva, así como Argento revisita a Drácula, Miike también tiene film por estrenar, el bastante ido a menos Fatih Akin, y Weersaethakul ("Uncle Boonmee…") llega con un mediometraje.
En Un Certain Regard, bueno ver por ahí a Xavier Dolan ("J'ai tué ma mère"), Trapero ("Carancho"), y Verheyde (de la que cabe esperar que dé un paso fílmico más firme con su nueva peli, tras la apreciable "Stella")
'thriller' de 30 minutos con Kayne West de productor, director, guionista y compositor de la banda sonora. Incertidumbre.
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Las personas nos regimos por una serie de actitudes, (ir)reflexiones, conceptos morales, y, en general, convenciones asimiladas, dentro y fuera de casa, los primeros veinte años de nuestra vida. Yorgos Lanthimos ya mostró interés acerca de lo fácil que es moldear cerebros en su anterior y notable “Canino”(2009), con una situación tan común como la de unos padres educando a sus tres hijos (aunque revistas, blogs, y hasta notas oficiales lo hayan hecho, yo no pienso explicar más de lo necesario), y ahonda en el tema de la ductilidad mental en su último film, más ambicioso, más delirante, más corrosivo.
Porque "Alps" es una sátira clínica, contenida, tonalmente disciplinada, casi autista, pero feroz ya desde su misma premisa (un grupo de personas que se ofrecen para llenar el vacío dejado por la muerte de un ser querido, mimetizando el comportamiento, las opiniones, y la forma de vestir de éste) de las relaciones humanas entendidas como una sucesión de tópicos y chascarrillos soltados en situaciones poco naturales y/o espacios forzados (he ahí el motivo de mezclar momentos de ficción surreal con otros de realidad bizarra -el punto decrépito del salón de baile de jubilados; los falsos piropos físicos por diplomacia en las escenas de cama; el impacto visual de una tienda de lámparas, etc.-), recibiendo, de rebote, y puede que por la parte que le toca, el universo cinéfilo (los diálogos en inglés y prototípicos del cine clásico entre la protagonista y uno de sus contratantes; las jocosas y gratuitas preguntas sobre films e intérpretes preferidos), la supuestamente igualitaria sociedad (en la cinta, la sumisión siempre es de ellas a ellos), y señalando al sexo -y no siempre! más bien pocas veces- como única vía de escape viva e imprevisible entre tanto ‘ritual’.
La misma naturaleza de las subtramas termina derivando, en muchos casos, en comedia atípica (el ‘adulterio’ en casa de la invidente), completada con momentos de humor negrísimo (la actitud del auxiliar de la ambulancia, dentro de ella, con la tenista accidentada; el “ha perdido el partido más importante de su vida” de la infermera a los padres de ésta; la reprimenda a la ‘gimnasta’ con la maza), escenas visuales con fuerza propia (la del chapuzón en el mar bravo; la de la accidentada en el hospital con la raqueta), y ciertas constantes obsesivas en sus diálogos (alrededor de los actores de cine, la música, y el deporte).
Lanthimos pues, no pierde pulso ni gas, ni muestra sequía creativa en éste su tercer, incómodo (no hay la más mínima intención de hacer llegar masticados los ‘porqués’ de los personajes al público), divertido, y estimulante film.
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@Kanchelskis:3lkchiq9:
"Alps"
Gracias por esa reseña, por cierto, alguien tiene localizado algún torrent de la peli?
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Eso venía a preguntar, el torrent de la peli está imposible!
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yo la ví en www.filmin.es por si os interesa. Aunque me reitero, esta vez Lanthimos se pasa de absurdo y eso le acaba pasando factura a la cinta en lo que a ritmo se refiere.
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ya entraré en detalles cuando termine el D'A, pero muy, muy recomendables "The Deep Blue Sea" (que parece que tendrá estreno comercial, ya que los subtítulos en castellano estaban inseridos en el celuloide) y "Once upon a time in Anatolia" (la mejor peli que he visto de Cylan)
amba las vuelven a proyectar en el festival el próximo fin de semana
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y esta es buena? http://www.bloodyplanet.com/clasificado ... as-tan-pu/
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este miércoles día 2, preestreno gratuito de "Adios a la reina", la nueva peli de Jacquot, a las 21h en el Institut Francès:
http://www.institutfrancais.es/barcelon ... ieux-reine
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"The Deep Blue Sea" muy bien, pero "L'Apollonide", de Bertrand Bonello todavía mejor. Una maravilla.
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difícilmente veremos un momento más poderosamente cinematográfico este año que el desenlace de la historia de La Mujer Que Ríe.
Por cierto, Disperso, si te parece que "Alps" se pasa de absurda, vas a entrar en coma viendo la última de su guionista, "L", jaja
a lo que venía:
Antes de leer esta reseña, es importante ponerse en situación: Jafar Panahi, alma, protagonista y corealizador de “Esto no es una película”, está en su casa, cumpliendo una condena de seis años de arresto domiciliario, y veinte de inhabilitación para hacer películas, viajar al extranjero, o conceder entrevistas, por “actuar contra la seguridad nacional, y hacer propaganda contra el régimen”. Por lo tanto, el film, realizado en un sólo dia del mes de marzo del 2011 (que sería el 19, ya que en la película se celebra el Nouruz -año nuevo iraní-, y el año pasado cayó en esa fecha), cuando Panahi estaba esperando el resultado a su apelación a la sentencia -confirmada por un tribunal de Teherán siete meses después-, es casi como contemplar a un hombre y su mundo.
Porque, poniéndonos poéticos (hasta pastelosos), su universo alcanza hasta donde lo lleve su mente y su imaginación, pero su mundo, por mucho tiempo, es y será el edificio en el que vive, dentro del cual la televisión (con un paralelismo algo grandilocuente cuando aparecen imágenes del tsunami de Japón, como enfrentando, cara a cara, una tragedia individual -que, por su significado social, es también colectiva-, y otra colectiva -e inmisericordemente individual-) y la posibilidad de navegar por una internet altamente censurada por el gobierno son las únicas ventanas por las que poder observar más allá de lo que le permitan sus ojos desde esta especie de ‘torre de márfil’ personal y contemporánea.
Y esta cinta es la historia de un narrador al que le han quitado la voz, que era su cámara, y no puede reprimir el impulso vital de intentar explicar una trama (“tengo prohibido dirigir películas, no explicar historias”, reivindica en cierto momento) mediante los medios que se le permiten, ya sea contándola oralmente, ‘dibujándola’ sobre la alfombra, o hasta interpretándola él mismo. Todos intentos vanos que le llevan a refugiarse, gráficamente (pone el DVD de su excelente “El círculo”(2000) para explicar cómo reforzó narrativamente la angustia de la protagonista utilizando de contexto un estilo arquitectónico muy concreto), en sus recuerdos.
En ese punto, el film entra, durante algunos minutos, en una deriva de autocompasión que, pese a estar, sin duda alguna, justificada de sobras, es la peor parte del documento (y más teniendo en cuenta que vive en la octava planta -toda ella es el apartamento, inmenso- de un edificio de gente adinerada, incluso con empleados que suben a buscar la basura, por lo que cuesta verle como un a hombre en una situación extremadamente crítica).
Sin embargo, gracias a la mirada fílmica (esa escena en la que el dragón que tiene Panahi como mascota sube por su cuerpo mientras éste escribe en el ordenador, y posa su zarpa en el teclado, impidiéndole escribir; el hecho de filmar las conversaciones del director con sus vecinos en la puerta de la escalera de espaldas y sin salir del piso, manteniéndolo como única presencia humana tangible) del otro corealizador, Mojtaba Mirtahmasb, y al feliz e imprevisible hallazgo que se produce en el tramo final de la cinta, cuando el instinto narrativo del condenado realizador emerge ante la historia potencial que se le planta delante, acabamos descubriendo que esto sí es una película. Y dolorosamente viva.
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Coño, el Rubianes!
L'Apollonide es fascinante. Por su capacidad opresiva a la par que acogedora.
Estuve valorando ir o no a ver "L", por eso que comenta Kanchelskis.
En la última de Lanthimos, "Alpeis", no es que se pase o no de absurdo, que también, es que hay muchas escenas que me resultaron forzadas, un intento tras otro del guionista y director por anteponerse a la historia, a aquello que estás viendo; un "eh, eh, que estoy aquí, no te olvides". Una capacidad como cualquier otra de querer hacerse presente en cada escena. Vamos, lo contrario a Howard Hawks, que diría Garci. Vale, eso también pasa con Lynch, pero diferente. Y, ojo, que la aportación de Lanthimos al cine actual me parece necesaria y fresquísima.
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Ayer vi tres películas, una detrás de la otra. Creo que nunca había hecho una maratón asin.
De todo ello, me quedo con dos cosas:
Robert Downey Jr, tiene la suficiente jeta (o carisma) para salirse airoso de cosas como la segunda de Sherlock Holmes, aunque, si he de ser sincero del todo, creo que esta segunda entrega me ha gustado más que la primera
Y la plena confirmación: Scarlett Johansson es una de las peores actrices de estos tiempos. Si quieren darse un homenaje así en plan sádico, me miren WE BOUGHT A ZOO y podrán reírse a gusto con las caritas de esta chica y, para redondear el asunto, las que pone el MATT DAMON, tal para cual.
De las cosas de más calidad que he visto en los últimos días (KISEKI y MARTA MARCY MAY MARLENE), les paso el testigo al Chanclas y al Disperso. Eso sí, no puedo por más que decir que la nipona es muuuuuuuuuuuuuuuuuy potiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiita. Es un cruce entre Ozu y Shin Chan aunque, si lo pensamos bien, quizás esta conocida serie de animación tiene muchos elementos del cine de Ozu. Pero bueno, no se la pierdan.
Y, para terminar el rollo, un par de recomendaciones noir:
TRAMPA AL AMANECER aka A SANGRE FRÍA de Juan Bosch de 1959, rodada en Barcelona y con un Carlos Larrañaga y un Arturo Fernández simplemente fabuloso y elegante (como no….)
LA MORT D'UN TUEUR, cinta franchute, dirigida por el gran Robert Hossein en 1963, rodada en una Niza portuaria y barriobajera, y que con la presencia de un Simón Andreu muy joven. Apesta a abstenta por todos lados.
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El cartel de la edición de Sitges 2012
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guapo el cartel de este año, por lo visto nos visitará quentin, se celebrará el estreno hace 20 años de reservoir dogs en el festi….como pasa el tiempo
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Que se traiga un buen trozo de imagenes de la que está rodando…..pintaca de la buena.
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Me imagino todo el proceso de financiación de esta cinta como si fuera una buena película rumana. Florin Serban, director y guionista del film, se pone en contacto con Catalin Mitulescu, productor y también director de cine, para saber qué le ha parecido el guión. La conversación (en rumano, claro) es la siguiente: Mitulescu: “está bien, me gusta, es consistente e interesante, pero creo que le falta algo más impactante”. Serban: “ah, sí? bueno, no sé…¿qué me recomiendas?”. M: “pues he pensado añadir esto y esto con el protagonista en el tramo final”. S: “ya…pero es demasiado exagerado, no? No sé, no pega con el tono de la ‘peli’”. M: “a ver, eres libre de decidir lo que quieres hacer con tu guión, es una decisión personal totalmente tuya, pero sin la modificación que te he propuesto veo difícil poderte financiar la película…”.
Y el resultado es “Si quiero silbar, silbo”, la, sí, interesante historia de un adolescente (más que solvente George Pistereanu) internado en un centro de menores, que sobresale -la cinta- cuando plasma el día a día de los chavales presos en esa institución (brillante la tensión y el desarrollo de la escena de la pelea entre dos internos por unos cigarrillos; el intento de fuga de uno de ellos), mezclado con una más tópìca pero aceptable trama familiar que involucra a un hermano pequeño y a una madre irresponsable y huidiza, para darle un ‘background’ significativo al personaje principal, y alimentar cierta reflexión sobre el efecto y la proyección amplificada de la dejadez emocional a la hora de educar a los niños en la formación de la propia personalidad de éstos y su capacidad de comunicación/relación con el mundo.
Sin embargo, todos estos pequeños puntos a favor quedan ensombrecidos con la deriva que toma el último tercio de film, en el que la cohesión de éste acaba cediendo irreversible y estrepitosamente al efectismo (curiosamente, desestimando una mucho más plausible, tensa, y potencial situación de chantaje entre internos), se diría influenciado por el ascendente del realizador -el mencionado Mitulescu- de ese intento de ‘kusturicaización’ folclórico-pintoresca de la historia de Rumanía llamado “Cómo celebré el fin del mundo”(2006), con gazapos tan ingenuos (sobretodo lo relacionado con los mecanismos policiales) que sólo se entienden como supeditación de la credibilidad de la historia a los intereses sentimentales de sus autores, convirtiendo el intento epatante y pseudo-romántico-poético argumental en sonora decepción ante lo que podría haber sido una película limitada pero rigurosa y eficaz.
Y, mientras tanto, la excelente “Martes, después de Navidad” de Radu Muntean esperando un hueco en la cartelera…
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Señoras, crónica-resumen personal del D'A 2012. Os paso el enlace, porque es kilométrica (nada más y nada menos que quince pelis):
http://mundocine.com/da-2012-resumen-del-festival/
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la hija de Susan Sarandon, Eva Amurri Martino, que también es actriz. Me recuerda en algo a la madre, pero no os sabría decir en qué, ejem…:
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@30segundossobreTokyo:1i3v0ir1:
De las cosas de más calidad que he visto en los últimos días (KISEKI y MARTA MARCY MAY MARLENE), les paso el testigo al Chanclas y al Disperso.
Vamos a ello, pues, que vale mucho la pena, además ("Kiseki" te lo diré después de esta tarde)
Igual que se dice que todo acto o comentario, por muy neutro o ajeno a explicitaciones ideológicas que sea, es politico, ya que la omisión es la forma pasiva o involuntaria de posicionarse junto a lo establecido, también se ha dicho que todo relato o historia trata sobre el amor o el desamor, sea entre seres vivos o hacia conceptos abstractos, ya que su desarrollo responde al designio de sus sentimientos, la represión de ellos, o la ausencia de ellos. Sin embargo, yo creo que, en realidad, las narraciones tratan sobre estados mentales. Hábitos, convenciones sociales, y/o conceptos morales asimilados por el público a lo largo de su vida, y que pueden ser respetados o no en la gran pantalla. Desde este punto de vista, “Martha Marcy May Marlene” es el caos, por interior, calmo.
Un cortocircuito entre formas de vida paralelas que hablan idiomas diferentes pero con las mismas palabras, y que el film de Sean Durkin plasma, muy acertadamente, como un juego de espejos entre el pasado y el presente de la protagonista, entrelazando saltos temporales como si toda acción familiar arrastrara consigo, por propia definición, un recuerdo. Sobretodo, uno traumático.
Magnífico es, también, el guión, que, además de trascender, a base de ecología (la gente que vive de verdad en el campo alimentándose de lo que cultiva se hará un buen hartón de reír -o lo contrario- con la siniestra estigmatización de esta postura vital que se respira en el film) y bonitas canciones folk, los tópicos sobre sectas -no ricas, al menos- como colectivos de gente con túnica permanentemente ‘iluminada’, nos seduce inocentemente -y, a su vez, nos posiciona secuencialmente junto a la protagonista-, como sólo es lógico que funcionen este tipo de organizaciones para captar adeptos, para, de forma dosificada, mostrar el reverso oscuro de tanta filosofía buenista, así como la habilidad lingüística de un charlatán curtido en el acto de convertir la manipulación de mentes -aún más de lo normal- impresionables en paternalismo bienintencionado.
Pero mi aspecto favorito de la cinta son dos sentimientos que subyacen a lo largo de ella, y que le dan una dimensión adicional a la impecable película, en contenido y continente, que es: por un lado, la velada crítica que emana, por el punto siniestro que palpita en el hecho de que son cosas que ha de volver a ‘aprender’, hacia ciertas y no menos opresoras actitudes públicas de nuestra sociedad (el tener que ‘estar guapa’ vistiendo cierta ropa y usando maquillaje; el pudor hacia los cuerpos desnudos; el uso de drogas sedantes para no perder los nervios); y por el otro, esa puerta abierta a la paranoia, que entronca con una reciente -pedazo de sesión doble se podría hacer- e interesante película sobre la fragilidad psíquica humana como es “Take shelter”.
Y es que “Martha Marcy May Marlene”, como nuestras cabecitas, tiene muchos recovecos.