Piel de gallina (CINE)
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Tirando de buscador, veo que Waldo de los Rios habló de ella en septiembre, y Kanchelskis y servidor en octubre.
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@Marniello:2rek5m14:
Tirando de buscador, veo que Waldo de los Rios habló de ella en septiembre, y Kanchelskis y servidor en octubre.
En mi búsqueda, pobre de mi, sólo llegué hasta principios de noviembre. En mi habitual empane creía uqe no se habría hablado de ella antes.
Perdón por el tiempo perdido
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Me pregunto en qué consistiría caer en los clichés de la realidad iraní.
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Pues en apenas hablar en 90 minutos, en moverse despacio y en transitar en una moto escacharrada por una carretera que serpentea entre un paisaje más bien yermo.
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@Marniello:a1bns5qb:
Pues en apenas hablar en 90 minutos, en moverse despacio y en transitar en una moto escacharrada por una carretera que serpentea entre un paisaje más bien yermo.
Por ejemplo.
O en enseñar un mundo rural, anclado en un pseudofeudalismo medieval, o en perderse en diatribas antioccidentales (con más o menos razón), o…de verdad te lo tengo que explicar o es tocar los huev... por tocarlos
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El sr Disperso te quería hacer notar que esto, en cualquier caso, serían los clichés del cine iraní (los que desde aquí percibimos), pero en ningún caso los de la realidad iraní.
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@Marniello:2plt66l3:
El sr Disperso te quería hacer notar que esto, en cualquier caso, serían los clichés del cine iraní (los que desde aquí percibimos), pero en ningún caso los de la realidad iraní.
uy, cierto. Tengo apagado el sensor de sentido común y el de escribir adecuadamente. Me refería, como bien dices, a cómo el cine ha trasmitido la realidad iraní y los clichés (que no chicles) del subgénero "cine iraní".
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Marniello y Disperso son una misma persona.
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Bien, pequeño ciclo dedicado a la Primera Guerra Mundial. Dos películas dedicadas al arma de infantería y otras dos donde la aviación es protagonista; tres películas cuyos protagonistas están en el bando alemán y la otra en el bando británico, las cuatro tienen su escenario tanto en el frente occidental como en los últimos días de la guerra.
VON RICHTHOFEN AND BROWN (aka The Red Baron aka El Barón Rojo) es un film de 1971, dirigido por Roger Croman y protagonizado por John Phillip Law y Don Stroud. Law se pone en la piel del mítico as de la aviación alemana (80 aviones enemigos derribados) Manfred Von Richthofen (1892 – 1918), mientras que Stroud hace lo mismo con la figura del aviador canadiense Roy Brown (Canadá) (1893 – 1944), que fue quien abatió a Richthofen en Vaux-sur-Somme el 21 de abril de 1918. Aquí, el mago de los films de bajo presupuesto tira la casa por la ventana y filma una película donde las escenas aéreas debieron llevarse un gran parte del presupuesto. No es que sea un film brillante, quizás porque John Phillip Law no es que sea un prodigio de la interpretación, pero Corman centra el asunto, no tanto en las hazañas del aviador alemán, sino mas en las disputas y cierto resquemos entre Richtchofen (un aristócrata culto, educado y que todavía cree a pies juntillas en la caballerosidad de la guerra) frente a un joven Hermann Wilhelm Göring (de clase humilde, sin la educación de su rival, no tan brillante en el combate, solo 22 aviones derribados, y, encima, partidario del todo vale en la contienda). Por lo que tengo entendido, los dos no coincidieron nunca en la misma escuadrilla, pero sí que Göring tomaría el mando de ella a la muerte del substituto de Richtchofen. En fin, un filme entretenido a medias y que, para los mitómanos del asunto, les puede hacer gracia.
THE BLUE MAX (Las Águilas Azules) de 1966, dirigida por John Guillermin, sí que es un gran espectáculo cinematográfico en cinemascope y con una duración de esas que hacen que la película sea importante a ojos del Hollywood clásico (2 horas y media que se pasan en un plis plas y donde no sobra nada de nada). Seguimos con los aviones y también a vueltas con las diferencias de clase social. Aquí, un George Peppard, que realmente está muy bien, pone vida a un soldado de infantería alemán que, maravillado de las proezas de sus compañeros aviadores, dice que esta hasta las narices de las trincheras y se pasa a pilotar aviones. Sus compañeros de escuadrilla son unos pijos de cojones, así que nuestro humilde héroe no se corta ni un pelo a la hora de derribar aviones enemigos, restregárselo a la cara de sus compañeros y, de esta manera, lograr su máximo objeto: la codiciada Cruz Pour le Mérite. La cosa se anima aun mas cuando aparece Ursula Andress, esposa del general que encarna James Mason, ala que Peppard no duda en catalogarla también como trofeo en su escalada hacia una fama que le sirve Mason como propaganda de guerra a un pueblo alemán de ve como la contiende se inclina peligrosamente del bando aliado. Amor, sexo, guerra, ambición…a todo color, con unos medios ilimitados, escenas de combate aéreas que son un primor y un final de esos que ponen. También sale Richtchofen, de forma secundaria, pero eso no importa. Bigger than life, que decían los antiguos. Ideal para un domingo por la tarde, con palomitas. Se lo pasaran de muerte.
Aquí no hay bailes en suntuosos salones de la aristocracia berlinesa, ni tampoco botellas de champagne cosecha 1903, ni héroes ni caballerosos adalides del aire, ni siquiera pasiones ni tan solo lugar para ambiciones. En VIER VON DER INFANTERIE (aka Westfront 1918 aka Cuatro De Infantería, película que G.W. Pabst dirigió en 1930 y que está interpretada, por Fritz Kampers, Gustav Diessl, Hans-Joachim Moebis, con un guion de su fiel Ladislaus Vajda, el cual también firmo el guion de otras obras de Pabst como Die Büchse der Pandora o L'Atlantide, que fue la última antes de morir, y que fue el padre de Ladislao Vajda), hay mierda, muerte, explosiones, barro, camaradería y un montón de humanidad y miseria escenificada en ese teatro del horror que fueron las trincheras del frente occidental. Pabst realiza un film duro, descarnado y realista. Y estoy seguro que si hubiera tenido los medios, no se hubiera cortado en mostrar vísceras y sangre, pero todo lo demás está presente: desde la inocencia de un amor que no es más que un paréntesis entre la barbarie, la catástrofe emocional que es la vuelta a casa y ver que allí las cosas tampoco son de color rosa, el hambre en la retaguardia, el dolor por la pérdida del compañero, la frustración de ver que todo lo que defiendes se va a la mierda y, como colofón final, la muerte y la locura en una parte final realmente espeluznante. Rodada en el mismo año que otra de las grandes obras del pacifismo filmado como es ALL QUIET IN THE WESTERN FRONT, VIER VON DER INFANTERIE es una obra maestra y no es de extrañar que Joseph Goebbels lo calificara, cuando los nazis subieron al poder, de cobarde, desmoralizadora y contrario a la nueva ideología. Lo contrario hubiera sido toda una sorpresa.
Quizás no es ninguna cosa dejada al azar el hecho de haber dejado esta producción en el último lugar, porque se podrían unir el final del film de Pabst con el inicio de este. REGENERATION (aka Behind The Lines) es un film de Gillies MacKinnon, realizado en 1997 y cuanta con un Jonathan Pryce que realiza el papel de un psiquiatra militar que atiende, en un sanatorio de Escocia, a soldados que han sufrido en el frente ataques de locura. Entre los habitantes de este sanatorio esta el personaje interpretado por James Wilby, el cual las autoridades militares han enviado a este lugar de reposo como medida cautelar ya que muestra un claro caso de locura manifestada con discursos en contra de la estupidez de la guerra y que esta ha dejado de tener el sentido original. Ante tamañas afirmaciones, el alto mando y en prevención de que este tipo de ideas se expandan entre la tropa, le dan una temporada de descanso a ver si cambia de idea o bien lo declaran inútil. Junto a él, hay otros soldados y oficiales (por ejemplo el interpretado por Jonny Lee Miller) que tienen otros cuadros de desajustes psíquicos producidos por la contienda, desajustes que también harán mella en la mente del psiquiatra interpretado por Pryce. MacKinnon si que dispone de medios y, además, cuanta con la ventaja de vivir en una época donde la guerra se muestra con toda la crudeza y verismo posible. Por ello, en las primeras escenas del film, que suceden en las trincheras (por cierto, gran encuadre elevado de las mismas), la sangre, las amputaciones y otras lindezas son mostradas sin tapujos (una de las escenas más chungas del film no ocurre en el frente, sino cuando Pryce ve como un colega suyo realiza una sesión de electro shock a un soldado que hace días que no habla). La pena del film es que, pudiendo llegar a un estado de paranoia tipo ONE FLEW OVER THE CUCKOO'S NEST , se desplaza hacia posiciones un tanto frías, muy british. Uno le pedía un poco de carnaza al asunto, un poco mas de chicha. Y esta falta de brío se manifiesta, de forma clara, con unas interpretaciones que, de tan buenas que pretenden ser, hasta parecen rutinarias. Una pena, porque la propuesta pinta bien y tal, pero el resultado final me ha dejado bastante gélido.
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ron burgundy confirma secuela de anchorman
http://www.youtube.com/watch?v=MrNA7RjU ... ata_playergran noticia
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The Sonics cantaban “Have love, will travel”, y a similar conclusión deber haber llegado Nacho Vigalondo. Deja ir tu pasión obsesiva por el cine a la hora de desarrollar y plasmar fílmicamente una historia, y con poco conseguirás crear una obra ingeniosa y rocambolesca sobre saltos en el tiempo (“Los cronocrímenes”(2007)) y otra sobre una invasión alienígena, e ir así recogiendo premios, menciones, y reacciones positivas de festival en festival.
Como al realizador cántabro le gustan los directores que se expresan visualmente, en “Extraterrestre” hay dos escenas que describen a la perfección esta película: en una se ve parte de una nave espacial gigante por televisión (reproducida por una videocámara con la que lo graban), y la otra parte dibujada a mano en un folio colocado junto al televisor, en el que, además, se ha dibujado una especie de absurda taza-coche; en la otra, el protagonista deja de grabar la nave espacial con la vídeocámara para enfocar al personaje de Michelle Jenner mientras duerme. Así pues, recursos narrativos, imaginación, y un uso inteligente e intrigante del fuera de campo para desarrollar la vertiente ‘fantástica’ del film, que, por otro lado, no es más que un 'mcguffin' para el verdadero y mucho más terrenal objetivo central del argumento, que, creo, es mejor no desvelar (aunque lo hayan hecho todos ya), y que tampoco es el punto fuerte de la cinta, que se enriquece del total de sus humildes virtudes.
Y es que Vigalondo logra despegar su historia del mero ejercicio de habilidad gracias a momentos concretos en los que acierta con golpes de guión (básicamente, los que involucran al personaje de Carlos Areces, ya que la subtrama de la emisión pirata televisiva es bastante floja), extrae hallazgos visuales de la cotidianidad (la luz solar colándose en la habitación, que se confunde con un halo abductivo -ufológicamente hablando-), y demuestra capacidad para tensar el suspense (con el tarro de melocotones en el coche).
Recurriendo nuevamente a escenas de la película para ejemplificar su gran virtud general, hay un diálogo, tras el momento más emotivo del film, en el que le preguntan al protagonista: “¿y lo dijiste de un tirón, sin ningún papel que ir leyendo?”, a lo que él responde: “sí…tampoco es tan difícil”. Pues lo que decía de los Sonics…
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Como se hacía mucho más antaño (y quizá porque Alain Resnais cumplirá 90 años el próximo 3 de junio, y, por lo tanto, empezó siendo un cineasta ‘de antaño’), “Las malas hierbas” muestra el por qué de su título en sus secuencias iniciales, mientras salen los créditos, en las que se visualizan, efectivamente, ‘malas hierbas’ emergiendo entre el asfalto, como si, a pesar de su fragilidad, su sola voluntad fuera capaz de agrietar el duro pavimento.
En el caso de los dos protagonistas del film (fantástico André Dusollier, y no le va muy a la zaga Sabine Azéma), dichos hierbajos toman forma de intruso (el uno para el otro) misterioso y desconocido que aparece en sus respectivas vidas y recias rutinas, y de cómo el deseo innato de descubrir lo desconocido, aunque se intuya una decisión fatal, acaba ‘brotando’ entre la pragmática razón.
Nada nuevo bajo el sol en esta premisa, pero ahí entra en juego la visión y el ingenio del realizador, que, en el caso del aquí implicado nonagenario director francés, queda patente en la fluideza narrativa de la cinta, ligera sin ser superficial, así como en la magistral precisión -y el sentido- de los planos más ambiciosos por menos estáticos (como en la reunión en casa del personaje de Dusollier, o en el café de delante del cine), la juguetona ambigüedad de ciertos momentos de fabulación (la, a priori -luego se revela la doble lectura-, idealista representación mental que hace el personaje de Dusollier sobre el de Azéma, al que aún no ha visto físicamente, vestida de aviador -él es un apasionado de la aviación-), y las sabias dosis de humor que impregnan tanto los hechos como los diálogos (siendo los momentos álgidos aquellos en que hace uso de la sintonía de la 20th Century Fox).
Y, sin embargo, el film languidece por falta de cohesión, por dar la sensación de que todos estos recursos cinematográficos sostienen con pinzas el interés por la historia, un material de base (la novela “L’incident”, de Christian Gailly) demasiado pobre en imaginación, que da como resultado una lucha desigual de fuerzas y virtudes entre contenido y continente.
De todas maneras, y en líneas generales, película interesante de un admirable Resnais que, junto a otros veteranos como Rivette, Godard, o el que los enterrará todos, Manoel de Oliveira (103 años), tienen aún un espíritu suficientemente iniquieto y curioso para realizar algunos de los films más vivos e imprevisibles de estos últimos años (“El último verano”; “Film socialisme” “El extraño caso de Angélica”,…). Senectud, divino tesoro.
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pues parece que al fin se estrena esa joyita (ya era hora), que es es Tucker & Dale vs Evil, esta si que tremendamente gamberra, divertida e inteligente, no como otra que se acaba de estrenar y que, a pesar de venir precedida de elogios y buenas criticas, es una chusta de proporciones considerables, una tomadura de pelo en toda regla
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Quizás te estés refiriendo a Take shelter. A mí sí me ha gustado. Confiaba en que lo haría más, eso sí. el film parece querer ahondar metafóricamente en algo que no me acaba de llegar suficiente. Aún y así, me parece una interesantísima propuesta y escenificación que, como digo, se pierde un poco en esa especie de crítica sintética de la comunidad en tanto que grupo social.
Alpeis es la película post "Canino" del griego Lanthimos. Si en la anterior el absurdo le sirve de plataforma para, de alguna manera, hacer un análisis (¿crítico?) del control social y la educación, en ésta presenta una trama que nos dispone la relación entre el ser humano y la muerte. Lanthimos no juega a profundizar en sus personajes, no sería la empatía hacia ellos una cosa a tener en cuenta. Si en "Canino" el absurdo se sucedía con total naturalidad digno, por qué no, de una película de Buñuel, en ésta las escenas aparecen forzadas. Sólo llegando a cotas plausibles de ingenio en lo que a escenas de "despedida" se refiere. La cinta es un compendio de buenas ideas y de otras exasperantes que acaban conformando una comedia negra muy irregular. Aunque, ojo, no descartéis soltar más de una carcajada. Al final es eso, "Alpeis" no sabe muy bien a qué juega, pierde el ritmo constantemente y se pierde en una especie de necesidad del autor por meter con calzador ciertos diálogos e incluso personajes.
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@Disperso:1cn2csuc:
Quizás te estés refiriendo a Take shelter.
que va.. me refería a la que este "ilustre" personaje, entre otros muchos, calificaba como lo mejor del cine español en los últimos tiempos
http://twitter.com/#!/jaumefigueras/statuses/182251067420053506
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@Stereo:3mdfvyuw:
que va.. me refería a la que este "ilustre" personaje, entre otros muchos, calificaba como lo mejor del cine español en los últimos tiempos
http://twitter.com/#!/jaumefigueras/statuses/182251067420053506
¡Calla, calla! Hay que mantener el chiringuito como sea.
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Pues yo no sé si esto será lo mejor del cine español de los últimos tiempos, pero a mí me ha convencido y mucho, a pesar del pollo pera. Incluso diría que más que la de Urbizu. Es como The Shield, pero a lo sevillano.
Excelente ritmo, una cuidada ambientación y unos actores en su salsa.
Y decir que “INTOCABLE” me ha producido vergüenza ajena. Mi mujer, con buen criterio, la llama “PRETTY BLACK”.
Edit: esto puede ser la bomba…..http://www.youtube.com/watch?v=bzZse4RUUMg
¡que de risas en el cine cuando vimos el avance!
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Otra road movie europea. Buenas risas me he echado.
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@30segundossobreTokyo:3vbpdozx:
Edit: esto puede ser la bomba…..http://www.youtube.com/watch?v=bzZse4RUUMg
¡que de risas en el cine cuando vimos el avance!
"Pelayos Eleven"?