Crónicas conciertos 2011



  • muy probablemente concierto del año, jaja

    ambiente de bandera y una banda engrasadísima con un guitarra inconmensurable. no engañan a nadie y juegan sus cartas (cap n jazz, braid, rainer maria y unas pizquillas de math rock) con desparpajo y una actitud contagiosa. estribillos para parar un tren y ya te digo, un ambientazo aojonante, seguro que los tios no durmieron del subidón.



  • @chinpum:2901kqnb:

    Otro que quedo bastante contento con Dirty Beaches ayer en el Helio, ya que teniendo en cuenta los comentarios sobre el pre-grabado, sumado a que como ya se ha dicho el tipo no lleva ni pie de micro y que algún desalmado me dijo que el hombre se dedicaba a darle al play y "ya esta", me lo temia peor.

    Alex Zhang Hungtai hizo algun que otro loop en directo y su atmosfera lynchiana y sus idas a lo crooner poseído me metieron de lleno en su show….hasta que llegaron los iPhones.

    Sé que es un alegato inútil pero si alguien lee esto y se siente aludido le pido, por favor, que haga la siguiente reflexión: Por qué grabar en vídeo un momento que consideras importante en vez de vivirlo plenamente sin más cuando esta ocurriendo? Tanto valor tiene mostrarlo luego a otro y decir "yo estuve allí" a costa de plantarme (estando yo en primera fila!) tu brazo en mi cara con tu smartphone por apéndice?

    Que quede claro que respeto a profesionales y "altruistas" como arranzio, pero me consta que estos no interfieren en el disfrute de nadie cuando quieren "inmortalizar" el momento.

    Eso sí: como dice manel, bien de churris ayer.

    Lo disfruté bastante el bolo. Hubo momentos memorables.
    Había unas 30 personas que estaban solo para cumplir.



  • Hablemos de música de verdad en marcos incomparables y públicos entendidos. Hablemos, por ejemplo, de la apoteosis pureta en El Festival de la Porta Ferrada en Sant Feliu de Guixols a cuenta del actuación del gran BRYAN FERRY, que vino a quitarles la razón a Siniestro Total y dejar claro que más vale ser maricón de playa que punki.

    Concierto excelente, repertorio equilibrado entre hits de Ferry en solitario y Roxy Music, y versiones acostumbradas (Dylan, Lenon, Young). Once músicos en escena, aunque hace unas semanas se cayó del tour el legendario Chris Spedding,el de 'Roadrunner', con mención especial a las coristas -unas delicatessen brown sugar de tomo y lomo- y a Tara, la hija de Ferry, una morenaza que corta el hipo y que se maneja al saxofón en estado próximo a la excelencia. Y aún hay más: al fondo, tras la banda, dos bailarinas se contoneaban para animar el cotarro. Les confieso que la que me tocó cerca cuando se aproximaron es la mujer más hermosa que he visto en mi vida.

    El lugar está muy bien montado. Escenario enorme, de primear división, platea elevada un metro y algo y grada detrás. Montado junto a un acantilado a lado de los tinglados del puerto. Unas 3.000 y pico personas, lleno. No se puede fumar ni usar el móvil. Y si te vas a la barra a por algo de beber, te lo has de tomar ahí, donde se ve razonablemente bien, pero no te lo puedes llevar al asiento. Me hubiera pasado el bolo en la barra, pero entre que tenía que conducir luego y que tenía primera fila, pues poca cerveza cayó.

    Entre el respetable, nutrida presencia de las 400 familias que mandan en Cataluña, como dijo no sé quién. Algunos se trajeron no al yayo sino al besavi, pobre hombre.



  • Queridos hermanos en el señor, según su criterio, el Ferry actual ¿se le puede catalogar como caspo-fascismo melódico? y, lo más importante, ¿le sigue oliendo el aliento?



  • No, seguro que sus detractores le encuentran una buena serie de epítetos demoledores, pero no creo que los citados vayan a ser los más acertados.

    Por otra parte, no lo tuve tan cerca como para testar el grado de halitosis. Claro que debe de haber ahí mucho mito porque un tipo que ha salido con Jerry hall, Amanda Lear o Katie Turner seguramente no descuide su higiene bucal.



  • que gran festival el de la porta ferrada, yo el año pasado estuve viendo allí a kris kristofferson, es como pegarse un viaje a tu futuro como jubilado, o al menos eso espero



  • Una lástima que no estuviera Speeding y su famosa Flying V. Su disco "Hurt" fue carbonizado por un servidor en su época, casi tanto como el "You're Never Alone With A Schizophrenic" de Ian Hunter o el famoso poker de Bob Seger & The Silver Bullet Band ("Beautiful Loser", "Night Moves", "Stranger In Town" y "Against The Wind"). Por cierto, me sorprende el ostracismo actual hacia Bob Seger, nadie lo reivindica ni pide su paso por festivales veraniegos.

    Por otra parte, la próxima vez que vaya de visita a un lugar como ese me avisa y vamos juntos. No por el artísta sino por el verdadero espectáculo: el público (naturalmente, si dispone de entradas libres de cargo económico).

    Me hizo mucha gracia el calificativo de "caspo-fascismo melódico". Son tres conceptos que, por mucho que trate de aunarlos, no hay manera de rencontrar la salsa que los mezcle. Supongo que será porque tengo unos conceptos acerca de estos tres términos distintos a los que tiene la persona que los relacionó.

    Siempre me ha dado la impresión de que el Ferry en solitario nunca a acabado de dar el gran pelotazo. Supongo que en parte será debido a estar siempre nadando en dos aguas tan distintas como son el rock y la canción melódica con glamour y clase. Y también, es probable, que no ha dado con la piedra filosofal que sí encontró Tom Jones al que, supongo, irán a ver a finales de este mes en curso.

    No descartemos ver, en unos 5 o 6 años, a Robert Smith en estos festivales, o alguno similar. Los años corren que son un portento.



  • Touché Amoré y La Dispute ayer en The Underworld, una imagen vale más que mil palabras.

    http://www.youtube.com/watch?v=mHAjsTbP ... e=youtu.be

    Que seriedad de concierto.



  • @30segundossobreTokyo:ht5izxfz:

    Una lástima que no estuviera Speeding y su famosa Flying V. Su disco "Hurt" fue carbonizado por un servidor en su época, casi tanto como el "You're Never Alone With A Schizophrenic" de Ian Hunter o el famoso poker de Bob Seger & The Silver Bullet Band ("Beautiful Loser", "Night Moves", "Stranger In Town" y "Against The Wind"). Por cierto, me sorprende el ostracismo actual hacia Bob Seger, nadie lo reivindica ni pide su paso por festivales veraniegos.

    Por otra parte, la próxima vez que vaya de visita a un lugar como ese me avisa y vamos juntos. No por el artísta sino por el verdadero espectáculo: el público (naturalmente, si dispone de entradas libres de cargo económico).

    Me hizo mucha gracia el calificativo de "caspo-fascismo melódico". Son tres conceptos que, por mucho que trate de aunarlos, no hay manera de rencontrar la salsa que los mezcle. Supongo que será porque tengo unos conceptos acerca de estos tres términos distintos a los que tiene la persona que los relacionó.

    Siempre me ha dado la impresión de que el Ferry en solitario nunca a acabado de dar el gran pelotazo. Supongo que en parte será debido a estar siempre nadando en dos aguas tan distintas como son el rock y la canción melódica con glamour y clase. Y también, es probable, que no ha dado con la piedra filosofal que sí encontró Tom Jones al que, supongo, irán a ver a finales de este mes en curso.

    No descartemos ver, en unos 5 o 6 años, a Robert Smith en estos festivales, o alguno similar. Los años corren que son un portento.

    Yp pensaba que BobSeger estaba muerto, con eso ya se hace una idea de mi despiste.

    No, no tenía pensado ir a ver a Tom Jones. Como con Julio o Raphael, tengo cierta curiosidad, pero los gastos y los deplazamientos no compensan. Ferry en solitario quedó encallado en discos con el sonido 'Avalon' con los que no le fue mal al principio ('Slave to love' salía hasta en Nueve semanas y media'), pero fueronm cayendo en ko anodino. Sí tiene un disco de estándares jazzísticos notable, porque como crooner vence y convence. En directo es una delicia verle pasar de un registro a otro, con tanta clase. Este sí era el charming man de la canción.



  • Anoche Algernon Cadwallader cerraba su gira española en Galicia. O así debía de haber sido, ya que participaban en un minifestival gratuíto organizado por la gente del Labranza (un local del que ya se ha hablado por aquí en alguna ocasión).

    El caso es que no aparecieron ni se supo nada de ellos (ni de 1994!). A partir de las 22:00h fueron tocando los demás grupos, a la espera de que pudiesen aparecer en cualquier momento, pero nada. El promotor estaba que se subía por las paredes, y yo me siento un poco culpable porque fui quien los puso en contacto con él. Un desastre.



  • ¿En serio? En Barcelona estaban todos bien… ¿alguien los vio en Madrid?



  • MEC!



  • **TOM HARRELL QUINTET

    Tom Harrell (trompeta, fliscorio) / Wayne Escoffery (saxo tenor) / Danny Grissett (piano) / Ugonna Okegwo (contrabajo) / Johnathan Blake (bateria)

    Jamboree (Barcelona)

    12-8-2011**

    Al finalizar el segundo tema, Escoffery, Okegwo y Blake abandonan el escenario. Solo quedan Grissett y Harrell. Algo se está preparando, se huele en el ambiente. Un par de segundos antes de empezar el tema, la sala se sumerge en respetuoso silencio, Grissett posa sus dedos en los teclados, arranca los primeros compases y, acto seguido, Harrell hace lo mismo con el fliscornio. Y en menos que uno se lo piensa, estos dos nos sumergen en una de esas baladas que solo los músicos de jazz saben hacer, esas baladas que le dejan a uno tumbado, con esa sensación que juega a dos bandas: la que apuesta como arma para conseguir, de forma segura, el corazón de la persona amada y, también , esa terrible sensación de soledad infinita que a uno le devora cuando esa canción, lo que de verdad le está contando, es que la historia termino. Pero también existe otro filo, otra visión: la que aparece cuando el músico que la interpreta está en una situación límite. Harrell, vestido absolutamente de negro, con una chaqueta abotonada hasta el cuello, con unas gafas negras, una figura de cristal, y unos movimientos indecisos, hizo que en ese tema los fantasmas de tantos y tantos músicos geniales que, por diversas circunstancias, han transmitido esta sensación de estar al límite se paseasen por nuestra venas y hicieran que los pelos se pusieran de punta. Fueron unos minutos tremendos que, cuando terminaron, hicieron que el público reunido tardase en reaccionar.

    Pero, que quede claro, que en el caso de Harrell no estamos hablando de alguien a punto de palmarla y convertirse en un mito. Harrell es un titán, un gigante que lucha contra su enfermedad (es esquizofrénico desde hace ya muchos años). Sabe que, a medida que pasa el tiempo, sus condiciones físicas no le permiten un desmelene en los escenarios (sus solos son justos y precisos, pero no esperen cabalgadas), pero tiene dos ases en la manga muy importantes:

    • su nivel como compositor, incluso hoy en día, es altísimo. No hace falta ser un lince para comprobar la complejidad y creatividad de sus composiciones que, situadas en el post bop que a algunos les puede parecer fuera de temporada, no cabe duda que encuentran su acomodo perfecto. Incluso se permite disfrazar piezas con aires brasileños y funk jazz y no solo salir airosos, sino que uno se quita el sombrero

    • tiene un grupo al lado acojonante, joven y vital. Ellos se encargan de dar todo el carbón, petróleo o energía nuclear precisa. Son tan buenos que incluso se pueden permitir el lujo tener a un pianista tan fino como Grissett y que este no acabe sepultado por el aluvión. No hacen falta muchas luces para decir que Wayne Escoffery es un saxofonista con un futuro luminoso (digitación rápida, energía para parar un toro y con una imagen realmente impecable); Blake y Okegwo forman un dueto rítmico que también combina la ductilidad y la contundencia y se entienden la mar de bien con el piano de Grissett.

    Estos dos factores hacen que Harrell esté tranquilo y sepa que el respetable que lo va a ver no se va a encontrar frente a una persona por la cual hay que tener lástima o en la antesala del mito maldito por sus circunstancias. Harrell y su grupo ofrece una magistral lección de música allí donde lo contratan, y eso mismo realizó el pasado viernes. Una gran velada.



  • @enjoy*:nw1wgwrk:

    ¿En serio? En Barcelona estaban todos bien… ¿alguien los vio en Madrid?

    En Madrid fue muuy flojo.

    Ayer en el Helio el duo L'Hereu Escampa dieron un señor concierto!
    Ya tengo ganas de verlos en LA [2] este setiembre!



  • Será una perogrullada, pero, con este flujo infinito de retornos de grupos con un par o uno de sus componentes originales (a los que, sin salvarme de la quema, yo he asistido más de dos y tres veces, y asistiré) que vivimos en nuestros días, no está de más recordarlo: una banda no es grande por su nombre, sino por sus componentes.

    Por eso lo de ayer en Discos Paradiso volvió a ser revelador. Porque no eran Murders in the Rue Morgue, ni Les Yeux Sans Visage, ni siquiera Isards, pese a tener la flota completa, pero eran Víctor, Ana, Larry, Dani, y Cristian armados con sintetizadores y algún instrumento extra, acelerando y flotando, ensimismados o frenéticos, haciendo un fascinante todo de cada aportación individual.

    Así, cuando Víctor no hacía percusiones con un cuenco, añadía voces a la música, o retorcía el sonido, Ana soltaba notas más cercanas al espíritu de un piano, Larry introducía samplers de voces (y hasta de disparos de un western), secuestraba de la radio una canción de tono discotequero y la abría en canal, o pateaba el escenario con ímpetu en el momento más inesperado, sorpresa a prueba de oyentes que estén de vuelta de todo, Cristian manejaba ritmos marciales y los abrasaba con temple y paciencia, o Dani encabezaba un extraordinario momento ¿free-jazz-synth? con su clarinete, mientras los otros cuatro provocaban un terremoto.

    Y todo sin que se les fuera de las manos la dinámica del bolo, siempre moviéndose en un ambiente más de deriva en el espacio exterior que de viaje cósmico, durante 45 minutos que parecieron la mitad.

    No sé si estas 5 inquietas personas tendran la suerte de conocer y gustar a quien les haga ser, al menos, un poco eternos, pero, sin duda, perduraran en el recuerdo de algunos de nosotros. Porque todo asunto musical en el que andan metidos es bello y enigmático, y, por ello, magnético y perdurable.

    http://colectivodetakon.wordpress.com/



  • @30segundossobreTokyo:3pizxp26:

    **TOM HARRELL QUINTET

    Tom Harrell (trompeta, fliscorio) / Wayne Escoffery (saxo tenor) / Danny Grissett (piano) / Ugonna Okegwo (contrabajo) / Johnathan Blake (bateria)

    Jamboree (Barcelona)

    12-8-2011**

    Al finalizar el segundo tema, Escoffery, Okegwo y Blake abandonan el escenario. Solo quedan Grissett y Harrell. Algo se está preparando, se huele en el ambiente. Un par de segundos antes de empezar el tema, la sala se sumerge en respetuoso silencio, Grissett posa sus dedos en los teclados, arranca los primeros compases y, acto seguido, Harrell hace lo mismo con el fliscornio. Y en menos que uno se lo piensa, estos dos nos sumergen en una de esas baladas que solo los músicos de jazz saben hacer, esas baladas que le dejan a uno tumbado, con esa sensación que juega a dos bandas: la que apuesta como arma para conseguir, de forma segura, el corazón de la persona amada y, también , esa terrible sensación de soledad infinita que a uno le devora cuando esa canción, lo que de verdad le está contando, es que la historia termino. Pero también existe otro filo, otra visión: la que aparece cuando el músico que la interpreta está en una situación límite. Harrell, vestido absolutamente de negro, con una chaqueta abotonada hasta el cuello, con unas gafas negras, una figura de cristal, y unos movimientos indecisos, hizo que en ese tema los fantasmas de tantos y tantos músicos geniales que, por diversas circunstancias, han transmitido esta sensación de estar al límite se paseasen por nuestra venas y hicieran que los pelos se pusieran de punta. Fueron unos minutos tremendos que, cuando terminaron, hicieron que el público reunido tardase en reaccionar.

    Pero, que quede claro, que en el caso de Harrell no estamos hablando de alguien a punto de palmarla y convertirse en un mito. Harrell es un titán, un gigante que lucha contra su enfermedad (es esquizofrénico desde hace ya muchos años). Sabe que, a medida que pasa el tiempo, sus condiciones físicas no le permiten un desmelene en los escenarios (sus solos son justos y precisos, pero no esperen cabalgadas), pero tiene dos ases en la manga muy importantes:

    • su nivel como compositor, incluso hoy en día, es altísimo. No hace falta ser un lince para comprobar la complejidad y creatividad de sus composiciones que, situadas en el post bop que a algunos les puede parecer fuera de temporada, no cabe duda que encuentran su acomodo perfecto. Incluso se permite disfrazar piezas con aires brasileños y funk jazz y no solo salir airosos, sino que uno se quita el sombrero

    • tiene un grupo al lado acojonante, joven y vital. Ellos se encargan de dar todo el carbón, petróleo o energía nuclear precisa. Son tan buenos que incluso se pueden permitir el lujo tener a un pianista tan fino como Grissett y que este no acabe sepultado por el aluvión. No hacen falta muchas luces para decir que Wayne Escoffery es un saxofonista con un futuro luminoso (digitación rápida, energía para parar un toro y con una imagen realmente impecable); Blake y Okegwo forman un dueto rítmico que también combina la ductilidad y la contundencia y se entienden la mar de bien con el piano de Grissett.

    Estos dos factores hacen que Harrell esté tranquilo y sepa que el respetable que lo va a ver no se va a encontrar frente a una persona por la cual hay que tener lástima o en la antesala del mito maldito por sus circunstancias. Harrell y su grupo ofrece una magistral lección de música allí donde lo contratan, y eso mismo realizó el pasado viernes. Una gran velada.

    Pelos de punta con Harrell y su historia. Es un grande. Me hubiera gustado ir pero estaba fuera, y tb me lo perdí en Terrassa. Esperemos que haya una nueva oportunidad pronto.



  • apuntes de cosas destacables vistas en las Festes de Gràcia:

    Perros con Traje (Perla. Martes 16): Grupo 100% FEA, con el espíritu petardo de las letras, sus bases tecnopop-verbenero y dos tipos rapeando encima, tienen himnos directos e ingeniosos sobre los pelados de polígono industrial, las trastiendas de las peluquerías chinas, o la bazofia vendida como cubatas de los antros. Divertidísimos. Hay un par de 'youtubes' de hace 2 años, pero el sonido es terrible.

    Chavala (Perla. Martes 16): A decir verdad, cortaron el rollo cantidad, ya que están en las antípodas del perfil de grupos FEA, y las pusieron justo en medio de la programación, pasada la medianoche, y ya con una buena dosis de pegadizos himnos horteras en el cuerpo de un personal que quería más del mismo jarabe. Chavala es un trío de ídems que debutaban, y lo hicieron con un aún bastante verde sonido experimental y etéreo de voces felices y ensoñadas e insinuación rockera, más una base ruidista cedida por Adrián de Alfonso, Indigents, y Jaco -que este otoño saca disco, y dará que hablar –> http://detakon.bandcamp.com/album/jaco- ... -del-disco -. Ganas de verlas en otra hora, momento, y lugar. Y hay que dejarlas crecer.

    Volpina (Mozart. Viernes 19): Volpina tenían las buenas canciones pop ora espídico, ora con gancho melódico, pero siempre con desparpajo (aunque la candidez del xilofón da bastante por culo, eso sí), y el viernes tuvieron lo único que les faltaba: una audiencia bastante amplia que sintonizó con sus canciones, y dieron ambiente al bolo. Tocaron temas nuevos con mayor peso del teclado, y terminaron con ese enorme e involuntario homenaje krautpopero a los Stereolab que es "Estimulas" ( http://www.myspace.com/volpina/music/so ... s-63359078 ), solo medio destrozado por la mala perícia del técnico de sonido, que puso por la nubes el nivel de la harmónica, quedando lo demás mordidísimo de sonido. A tener en cuenta, poperos.

    The Bread Makers (Perla. Viernes 19): La sorpresa de la semana. Un magistral y sabroso combo de funk y soul acompañado de vientos y teclado (y hasta de una harmónica con la que se marcaron un solo espectacular) que dejó para el arrastre nuestras rodillas y espaldas, especialmente con un tema que alargaron hasta la media hora, bajando las pulsaciones en muy pocos momentos. Inmensos (y afincados en Barcelona, cuidadín)

    Orquesta Sant Celoni (Heliogàbal. Domingo 21): En esta ocasión, la Orquesta se presentó con Mau (Les Aus) a la batería, y Jordi (Liannallull) a la guitarra eléctrica, y tiraron mucho por lo balcánico y lo norte-africano (incluso convirtiendo "Misirlou" en un medio tiempo arabesco), con un control más que sobrado de las piezas del repertorio, y supurando euforia de baile popular en la plaza del pueblo. Aunque precisamente eso es lo que desangeló bastante el concierto: el Helio no es una plaza, éramos unas 20 personas, y 'tan solo' eran las 23:30h de la noche. Tuve la posibilidad de verles el año pasado tocar dos horas y mucho en un local mucho más grande de Vallgorguina a las 2 de la madrugada, y lo petaron

    DJ Roger (Perla. Domingo 21): FUN, pruebamúsicos, y alguno más se habría enervado con él, ya que fue cero técnica, enlazando temas en plan 'lista de reproducción', pero divertido como selector (bastante obvio dentro del sector infra-hits, pero qué quieres, que son fiestas mayores): Las Grecas, Los Amaya, Raffaela Carrá, El Pescaílla, Los Chunguitos, Locomía, Chimo Bayo, MIA (¿?), Fangoria, etc. Y Josmar, claro.

    y Paco Pil (Verdi 88. Sábado 20) no sé a qué hora salió, pero estuvimos esperando un par de horas, y nanai



  • **TOOTS AND THE MAYTALS

    Sala Apolo (Barcelona)

    22-8-2011**

    No creo que la causa fuera que la difunta Winehouse cantase el “Monkey Man” en sus conciertos. Creo que, más bien, la causa directa de la gran cantidad de público reunida en la enésima visita de los Maytals fuera que no había nada mejor que hacer ese sábado de Agosto y que a la gente le apetecía darse un homenaje y sudar un poco. Y eso lo hicieron con creces.

    Entre el corrillo habitual, siempre se ha dicho que Toots Hibbert tiene una jeta realmente impresionante. Yo hacía mucho tiempo que no lo veía, incluso si las circunstancias hubieran sido las normales, tampoco hubiera gastado el parné para verlo otra vez pero, insisto, no había nada más que hacer. Volver a verlo me confirmó lo anteriormente citado: tiene un jeto impresionante. Alguno le llamarán experiencia, antigüedad y todo eso. Yo lo llamo tener los recursos suficientes para dar lo mínimo sin que lo parezca y que la gente, rendida de antemano, ni se de cuenta, ni le importe lo más mínimo. Todos saben a lo que van, Hibbert (cada vez con más pinta de James Brown circa 70’s, colo le falta el bigote) el primero y por ello se permite alargar los temas más de lo decente, acercarse a las primeras filas y dar la mano a 200 personas, en acelerar los temas cuando no viene a cuanto de nada, a dar saltitos cuando quiere imprimir más energía a su voz que, si bien no se encuentra en su mejor momento, sigue dando destellos de ese deje a predicador que siempre ha impregnado muchas de sus canciones. A mi parecer, el único tema de mandaba un mayor desarrollo instrumental, y así lo hizo, fue un “Funky Kingston” que le salió bastante bien, a pesar de contar con un grupo que a mí me pareció justito y con injustificado ramalazo rockero.

    Pero eso, como digo, al personal se la trajo al pairo. Bailo, jaleo, cantó y se lo pasó de narices ante la acostumbrada cascada de hits jamaicanos que todos ya hemos oído al derecho y al revés. Que si “Pressure Drop”, que si el “Monkey Man”, que si “Swett And Dandy” (para mí, de lo mejor de la noche), que si “54 – 46 Thats My Number”, etc, etc. El momento tremendo fue cuando se saco de la mango un “Guns Of Navarone” que toda la sala coreo al unísono. Por mucho que uno se ponga divino de la muerte, oír este tema cantado un montón de gente le pone la piel de gallina al poco que le gusté esto de la música de origen jamaicano. Gente la cual, al menos un pequeño sector, dedicó al final de concierto un emocionante homenaje a la figura de José Mourinho con expresiones que no se pueden trasladar aquí por ser horario infantil.

    En fin, que estuvo entretenido, divertido, bailongo y poco más. No le exijan nada, pero que absolutamente nada (y eso también me lo podía haber aplicado a mí mismo al entrar en la sala). Y procuraré tardar en verlo otra vez, aunque si viene con un grupo con un sonido más primitivo, seguramente me animaré a verlo.

    Y a quién no me pensaría ver es a Leba Thomas, pequeña pero tremenda chica que Hibbert lleva en su coro, que cantó un par de temas antes de la entrada de la estrella. Buena voz, presencia escénica, desparpajo y saber hacer. Y no resultó un relleno: el personal supo reconocer la breve, pero jugosa aportación de soul y sonido jamaicano. Y después de saludar a Maurici, Madam Green y un par de amigos más, a rematar la velada con un fastuoso Nui Nui en el Tahití.



  • Genial los Title Fight ayer en el Moog, se nos hizo corto Primera visita de los yankis a España, y que no sea la última.



  • nueva movida interesante en Paradiso el sábado pasado, esta vez por triplicado:

    empezaron Aiguilles, o Arnau Sala (Les Aus) y Stéphane Kerandel, con una buena dosis de niebla sonora modulada por Arnau (al parecer, utilizando tecnología autoconstruída), mientras Stéphane, con pedales y micro, le añadía extrañeza y visceralidad al asunto

    literalmente, se bajaron para que subiera Héctor Ojeda, Asma, pura no wave, con un ritmo pregrabado rudo y contundente como tronco del concierto, mientras él le injería efectos rotos y oscuros al sonido general, o jugaba con texturas. En cierto momento, se colgó el bajo y Stéphane lo acompañó con una flauta/clarinete. Sugerente y tan paciente como hábil a la hora de generar un ambiente sonoro en la 'sala', su bolo fue una sorpresa muy positiva

    respecto a Adrián "Don The Tiger" de Alfonso, poco a poco va afinando más los vasos comunicantes de su reinventada propuesta bajo este alias. Así, si en Niu -junio- se le fue la mano con el sonido, y en La Roma -julio- éste quedo demasiado rebajado, a merced de la voz y el texto, el sábado estuvo más cerca del exceso del primer bolo, pero, a diferencia de entonces, sonó con más cuerpo, y a él se le vió más cómodo que nunca. Y, ojo, poco a poco se van imponiendo por si solas las canciones, boleros ruidosos elaborados con retazos rítmicos.

    Próxima cita en Paradiso, el 9 de septiembre, con un doblete imprescindible: Mark Cunningham y Les Yeux Sans Visage