Reseñas '09 (Aquest any sí!)



  • Sí, quizás se haya ensalzado por aquí y por allá todo lo necesario el nuevo disco de M. Ward y tocaría pasar a otra cosa. Pero es que es un disco sencillamente asombroso. El otro día [historia del abuelo cebolleta] me tocó hacerme un viajecito en autobús de un par de horas, de noche, por el centro de Galicia: bosques fantasmales, aquí y allá una casita en medio de la noche, los faros del bus iluminando la carretera vacía, oscuro dentro, la gente en silencio. Me quedé adormilado nada más montarme, y para cuando desperté quedaba una hora de camino y me puse el Hold Time. [/]

    Medio dormido aún, me parecía que allá fuera la oscuridad fuese tomando formas nuevas y diversas. El disco de M. Ward, construye un mundo y lo anima, lo dota de vida, de movimiento. Me parece una obra tremenda, anacrónicamente cinematográfica: cada canción es al mismo tiempo una escena, una secuencia, una película entera, y todas juntas conforman un carrusel ilusionista, en el que el exceso se funde con lo concreto, el pasado con el presente.

    Quizás porque, al menos así sucede en mi caso, es el primer disco de Ward en que cada nuevo movimiento de la canción, cada arreglo introducido, cada inflexión de la voz, cada armonía vocal, me parece gratuito e imprescindible. Entiendo que hace ahí ese sonido y me pregunto al tiempo de dónde viene y como demonios se le ha ocurrido introducirlo. Aunque en realidad no me da tiempo a preguntarme nada de esto porque la canción y el disco avanzan imparables, delicada, mágica montaña rusa.

    Y cuando acaba (y, ay, sí, quizás catorce temas sean algo excesivos, pero se hacen cortos) despiertas, ligeramente confuso y desorientado, como al salir del cine o al bajar de una atracción de feria o al acabar un sueño. Algo tambaleante, el paso inseguro. Melancólico, instantáneamente nostálgico del lugar mágico que acabas de abandonar.



  • Ciapucci, para todo lo demás… utiliza MasterCard. Yo pagaría por vivir esa experiencia de noche, por el interior galego (adoro tu tierra), en bus y con M. Ward en el ipod.



  • hoy sí me desdigo. los hot snakes son mejores que los obits. el grupo me gustaba bastante, pero llevaba tiempo sin reescucharlos y no recordaba que fuesen tan buenos. 'suicide invoice' es una barbaridad de disco.



  • pues yo le he estado dando unas vueltas al de los Obits y me parece uno de los discos más marchosos de lo que llevamos de año. un disco de regusto clasicote, muy bien hecho (grabado e interpretado) e ideal para la peña que busca discos de guitarras. un placer volver a escuchar la voz de rick frohberg

    otro que me ha flipado es el ep este de Superchunk. igual porque hacía tiempo que no los escuchaba, pero piel de gallina máxima, vaya temazos (excepto la toma acústica del tema titular, olivdable como todas las versiones acústicas del mundo). suenan a "here´s to shutting up", y hay un par de temas que parecen un homenaje a los replacements (esto es bueno, por supuesto).
    en fin, que ya estoy listo para que graben el nuevo disco y para que vengan a tocar!

    otro disco on heavy rotatin es el de MF Doom, que parece muy guapo, pero no sé si mejor que otros que ha hecho, hay que escucharlo más.



  • Me ha decepcionado el nuevo de Joan of Arc, apenas lo reconozco.
    A diferencia de Pelukini, a mí el Boo Human me reenganchó a kinsella & Co. como en sus primeros discos (How Memory Works y The Gap) y este…
    Empieza con una canción de indietronica que parece que sonó este pasado PS en el Rockdelux. Bién pero yo venía a escuchar a Joan of Arc (y ese sentimiento aparece en casi todas las canciones)
    La segunda bien, pero para owen. Y eso es de lo mejor a lo que llegan...
    Flowers (la 3ª) arregla el asunto pero eso es todo.
    Ese sería el resumen del disco.
    Hay más canciones pero vienen a ser eso.

    Flojo flojo



  • Buffffffff es malo, malo…

    ojo a owen que tiene temas nuevos en el myspace, en su linea...



  • Borrachuzo, irlandés malcarado, inestable, caprichoso, capaz de abroncar a su madre en el escenario si ejecuta una nota mal. Admira de los grandes (Coltrane, Baker, Dylan, etc.…) y mira de soslayo a las medianías. 39 discos en solitario. 3 con Them. Desde los 15 años cantando. Y esta por los 64.

    Podría ser elemento de culto entre modernos y artys, como sucede con Leonard Cohen. Ha divagado por tantas religiones como Bob Dylan -buscando algo, buscando “eso”- pero no tiene su áurea divina. Porqué a él le importa un carajo el mundo y la fama, menos.

    Durante los últimos años haciendo conciertos funcionariales, profesional, pero sin pasión. Y es que de él se espera algo más. El genio que se muestra en un fraseo, en una nota, en un lamento. Un minuto de su “rajo flamenco” vale la entrada, nada baratas, por cierto.

    Si claro, de los 39 discos, más de los deseables son relleno, divagación, música para él mismo. Pero quién no sea capaz de apreciar, guste más o menos, la belleza, así, del tirón y sin respirar, de Astral Weeks (1968) a Veedon Flence (1974) debe tener una sensibilidad un tanto atrofiada.

    Mejor olvidemos sus lapsus ochenteros (¿cuántos grandes de los 60 y 70 se atascaron en ese decenio), aunque hay enormes temas y enormes conciertos. Un buen resumen lo encontrareis en Live at the Grand Opera House Belfast (1984) y decenas de directos que corren por ahí.

    Poetic Champions Compose (1997) marca la recuperación, apuntalada con una de sus obras que más aprecio, Hymns to the Silence (1991). A partir de aquí, un Morrison más irregular, caprichoso, pero siempre con algún punto interesante.

    ¿Porqué todo esto? No hace falta reivindicarlo, pero tras la publicación de Astral Weeks – Live at The Hollywood Bowl, me apetecía gritar que me he reconciliado con el gruñón. Que me sigue emocionando ¡40 años después! ese enorme disco. Que su voz no es la de un jovenzuelo, pero su búsqueda sigue siendo la misma.

    Que hoy en dia hay mucha tontería y que, para aliviarla, no esta de mal echar un vistazo allí atrás para identificar en quienes nos deberíamos fijar. Sí, no guru, no method, no teacher, pero mucho Van.

    A cascarla.



  • Que 5 discos te pillarias de los aparecidos en lo que llevamos de 2009?



  • Umm entiendo que va por mi…ummm...teniendo en cuenta que no escucho musicas rarunas (Anti-Drone Army) y mi odio al post-folk...

    El de Robyn Hitchcock & The Venus 3 es increible. Muy superior a los anteriores y en un estado de forma envidiable. Coincido con muchos de vosotros en la belleza del Hungry Bird de Clem Snide. No he podido meterle mano aún al de M. Ward y, aunque no he seguido tan de cerca su obra, el de Bonnie “Prince” Billy es interesante sin alcanzar la grandeza de otros discos.

    Estoy abierto a todo tipo de penetraciones pop que me sugieras, porque de momento, solo The Pains of Being Pure at Heart aguantan como hype del año y Camera Obscura me aburren a la tercera canción.



  • @Valderrama's:

    Borrachuzo, irlandés malcarado, inestable, caprichoso, capaz de abroncar a su madre en el escenario si ejecuta una nota mal. Admira de los grandes (Coltrane, Baker, Dylan, etc.…) y mira de soslayo a las medianías. 39 discos en solitario. 3 con Them. Desde los 15 años cantando. Y esta por los 64.

    Podría ser elemento de culto entre modernos y artys, como sucede con Leonard Cohen. Ha divagado por tantas religiones como Bob Dylan -buscando algo, buscando “eso”- pero no tiene su áurea divina. Porqué a él le importa un carajo el mundo y la fama, menos.

    Durante los últimos años haciendo conciertos funcionariales, profesional, pero sin pasión. Y es que de él se espera algo más. El genio que se muestra en un fraseo, en una nota, en un lamento. Un minuto de su “rajo flamenco” vale la entrada, nada baratas, por cierto.

    Si claro, de los 39 discos, más de los deseables son relleno, divagación, música para él mismo. Pero quién no sea capaz de apreciar, guste más o menos, la belleza, así, del tirón y sin respirar, de Astral Weeks (1968) a Veedon Flence (1974) debe tener una sensibilidad un tanto atrofiada.

    Mejor olvidemos sus lapsus ochenteros (¿cuántos grandes de los 60 y 70 se atascaron en ese decenio), aunque hay enormes temas y enormes conciertos. Un buen resumen lo encontrareis en Live at the Grand Opera House Belfast (1984) y decenas de directos que corren por ahí.

    Poetic Champions Compose (1997) marca la recuperación, apuntalada con una de sus obras que más aprecio, Hymns to the Silence (1991). A partir de aquí, un Morrison más irregular, caprichoso, pero siempre con algún punto interesante.

    ¿Porqué todo esto? No hace falta reivindicarlo, pero tras la publicación de Astral Weeks – Live at The Hollywood Bowl, me apetecía gritar que me he reconciliado con el gruñón. Que me sigue emocionando ¡40 años después! ese enorme disco. Que su voz no es la de un jovenzuelo, pero su búsqueda sigue siendo la misma.

    Que hoy en dia hay mucha tontería y que, para aliviarla, no esta de mal echar un vistazo allí atrás para identificar en quienes nos deberíamos fijar. Sí, no guru, no method, no teacher, pero mucho Van.

    A cascarla.

    PLAS PLAS PLAS

    Amigo, nos ha hecho reconciliarnos con el león de Belfast. Y hasta nos han entrado ganas de volver a escuhar esos viejos discos, empezandopor Astral Weeks.



  • de van bodrioson a Prefuse 73, el futgol es así.

    nada, que ya llevo dos semanas escuchando el último disco del amigo guillermo scott herren ("everything she touched turned ampexian", warp 2009) y me parece un muy buen disco, no sé si a la altura de sus grandes discos ("security screenings"), pero desde luego muy bueno.
    igual me gustaría que aguantara más tiempo los beats que van desfilando, porque hay momentos en que agradeces el dinamismo y otros en que te acaba dando un poco de sensación de atolondramiento (nada que no pase en otros discos de guillermo scott herren, ahora que lo pienso).
    en fin, un artista que a mí personalmente no me cansa en absoluto. parece que ha bajado bastante el hype que le rodeaba hace unos años, pero sigue haciendo gloria bendita.
    especialmente indicado para fans de odd nosdam, j dilla o flying lotus
    8/10



  • pues mira que a mi me ha parecido lo peor que ha hecho. Hace 5 años vale, pero ahora, no hay por donde cogerlo a mi no me cuela ni como disco de descartes, lo que es evolución 0 patatero.



  • link?



  • Toma zack

    http://www.mediafire.com/?gjnfnx3ujty
    

    bueno, bueno, ayer venía un poco pimplao y fui a lo mejor demasiado duro con el disco, recapitulo y le casco un 5.5/6 no más, disco muy disperso, demasiado largo, nose si hay algún concepto bajo el disco pero muchos cortes como si fueran ideas sin terminar, mucha divagación y poca substancia, pero es Prefuse 73 y siempre hay mucho donde rascar y este disco tiene algunos momentos de olé!, pero tantos cortes al final hace que el regusto sea algo amargo, pero lo dicho, respect!



  • ¡¡Que grande es el nuevo de Bill Callahan!! Podría decir que con muy pocas escuchas está ya en el segundo puesto provisional de lo mejor del año para un servidor.

    Para añadir algo a tan currada reseña diré que me gustan especialmente los arreglos y eso que muy fan del A river ain't too much love que era de lo más austero en cuanto a producción.



  • Te lo dije incrédulo mío… sabía que solo te haría falta tres cuartos de escucha para darte cuenta



  • He escuchado el nuevo de Akron/Family en total unas dos veces. Si llega.
    Y concluyo que no me gusta el sonido con que me encuentro.
    Akron/Family se nos han vuelto ya del todo urbanitas. Atrás quedaron los días de pastoreo y pseudochamanismo. Ah, pero no han completado el ciclo.
    Se han quedado a medio camino, entre el campo y la ciudad. Seguramente estan repostando en alguna gasolinera o echando un cigarrito en el arcén.
    Joder, suena el tema que abre el disco, Everyone is guilty, y reconoces Harlem, la versión acelerada del barrio. Pero luego se ponen a gritar, invocando, y oye, no siempre va a salir bien.



  • yo me he enganchado al disco de los horrors. suena a post-punk con piloto automático, pero entra como el agüita fresca.



  • Muy buen disco el "Insult to injury" de los ingleses Nightingales, surgidos a finales de los ochenta, reformados el año 2004, y hacedores de un rock australiano no tan ruidoso y desquiciado como Birthday Party, pero oscuros y contundentes al estilo The Drones, Gallon Drunk o RED, aunque con un regusto más americano.

    A destacar el rollo arrabalero que le da el acordeón al tema inicial, "I am a Grimaldi", el acercamiento a Mark Lanegan en "Old Fruit", la continuidad entre "Brownhills United Tatooed S." y "Little lambs" destartalado el primero, trotón el segundo, y el par"Big bones" - "Down with the Blue Lobsters", cuyo título lo dice todo, y que parece un polvoriento homenaje a The Fall. Cierran el disco con un pildorazo rocanrolero sin desperdicio: "Watch your posture".

    En plena gira europea, pero sin fechas en la península. Habrá que estar al loro de estos tipos.

    Veo que no se ha colgado por Filtraciones, para allá que me voy



  • Bill Callahan ya tiene su 'Jazz Police' particular con 'My Friend'. Por dios, qué canción más desagradable. El resto del disco bien o muy bien. No sé, ya veremos con más escuchas, aunque me falla un pelín la producción. Me mola más el Callahan espartano y agreste.