Crónicas conciertos 2010



  • Sabor agridulce tras ver anoche a Corin Tucker y su grupo presentando su disco de debut. Y lo digo porque algunos (muchos) queriamos rememorar aquel gran concierto que dieron S-K hace unos 7 annos con White Stripes antes de hacerse gigantes.Pero no fue asi, no hubo tiempo para canciones de Sleater - Kinney, se limito a tocar todas las canciones de su disco mas una version de Elvis Costello y otra que desconozco.
    Buen concierto, a secas. Abrieron Darren Hanlon y Hungry Ghost.

    The Paradise Rock Club, Boston. Casi lleno, unas 700 personas.



  • Sin palabras….
    Sharon Jones tiene todo lo que debe tener un cantante…
    ràbia y pasión, tablas, voz, simpatia, conexión con el público,..
    disfruté como un enano.
    momentos de pelos de punta.
    y hoy dolor de piernas de tantos bailes y dolor de garganta de tanto gritos...
    y sin dolor de bolsillo...



  • sastamente, gran bolo de Sharon Jones & The Dap-Kings con varios picos de intensidad, después de ver el fantasma de una banda de soul con el combo del difunto Solomon Burke (ayer homenaje al canto con una versión reducida de "Everybody needs somebody to love"), uno vuelve a recuperar la fe en el género con conciertos así.

    Hora y cuarenta en la que abundaron los medios tiempos exitosamente tocados por la banda -bongos, batería, saxos, trompeta, guitarras, y ¿nueva bajista?-, y cantados con hondura, sustancia y emoción por la Jones, puro nervio y personalidad, sobretodo en los calambrazos funk que fueron dosificando a lo largo del bolo (el primero de los temas funkeros que tocaron, con la banda tomando curvas, subiendo, bajando, acelerando y reduciendo, es de lo mejor que le ha pasado a Apolo este año, seguro). 54 flexibles años asombrosamente llevados.

    La cantante también estuvo sembrada en los 'speech' que se metió, primero explicando el divertido encuentro en un bolo en Francia con Burke el pasado verano, en el que éste le pidió cantar a dúo "What a wonderful world", y después con la intro de "Mama don't like my man", recreando la sonrisa de compromiso de su madre cuando le presentó a 'su hombre'.

    Hasta los tíos del público a los que subió en un par de canciones tuvieron su gracia, sin ser pasmarotes ni ir demasiado de guays (bueno, el brasileño sí que iba un poco de 'star')

    El único paso en falso fue cuando, antes del bis, el guitarrista se puso a promocionar 'merchandising'. No es algo inhabitual en nuestros días, pero rompieron la magia que habían logrado crear.

    Respecto a los teloneros, The Excitements, hechizo absoluto con la cantante, que parecía una Tina Turner directamente salida de la época Ike & Tina, y un buen bolo de soul y soul-rock sin tregua ni casi parones, gracias a la sabia decisión de exprimir la media hora de que disponían al máximo. Sin acartonamientos propios de Luz de Gas.



  • Lo de ayer fue espectacular. La verdad es que estaba que se salía la Sharon.

    Creo que es la vez que más he disfrutado viendo a esta gente. Concierto mucho más funk y directo que en la última visita.

    De acuerdo con Kanchelskis, los primeros 20 minutos fueron algo muy, muy grande.



  • Qué buenas crónicas leñe, envidiaca de no haber podido ir.



  • Sharon Jones & the Dap-Kings debe ser la banda de la cual más material poseo (creo que tengo todos los Lps y singles editados, además de merch variado) y unas de las que más ganas tenía de ver en directo desde hace varios años. Esto quieras o no es un factor contraproducente ya que las espectativas son tan altas que mi miedo a que no se cumplieran iban in crescendo a medida que se iba acercando la hora del bolo. Mi primer brote de inseguridad surgió cuando la banda salió a escena y no estaba el gran Gabriel Roth aka Bosco Mann (puto boss del bass y pilar fundamental de los Dap-kings con Binky Griptite, además de ser capo de Daptone Records) en su lugar estaba una joven blanquita de aspecto fragil. Pero la cosa empezó bien, se marcarón un medley de 5 temas en el cual sonaba 3 segundos de cada uno (una puta locura de técnica y coordinación) con el cual ya me dejaron los ojos como platos, a contuniación llegó la presentación a cargo del maestro de ceremonias Mr. Griptite, y entró ella, no se, tardó… como 10 segundos en meterse a todo el Apolo en el bolsillo, increible la personalidad y la energía que desprende esta mujer entrada en años y en carnes (una mezcla entre James Brown y Lola Flores). El concierto fue brutal en todos los sentidos, y si, más funky que soul, no tuvo ni un solo momento de inflexión, desde el primer segundo hasta ese Keep on Looking interminable presentando a toda la banda de forma impecable. El problema de los bolos tan intensos es que se te hacen cortísimos, a mi se me pasó bolando.

    Pd: Tela con la chica joven de aspecto fragil, pedazo bajista!!



  • Vaya hombre, a todos los conciertos no puedo ir pero parece que escogí mal cual tocaba perderme este mes.
    Eso de más funk que soul aún me jode más. Me alegro por los que fuisteis.



  • yo esta vez no fiché (la economía no anda muy fina) y un colega me contó que fue sin entrada y en taquilla estaban agotadas. Deu n'hi do con la tirada que tiene la Sarita Jones, ¿no? Llenar el apolo al precio que estaba no es baladí, desde luego.



  • Increible. Fascinante. Apostoflant. El concierto de ayer sera recordado entre los mas grandes de la sala.
    El Apolo lleno hasta la bandera. Mi acompanante no pudo entrar porque no habia comprado entrada antes. Asi que fui solo pero eso no fue un problema para pasarmelo en grande.
    La banda son unos musicos como la copa de un pino y bueno, que decir de la cantante, puro carisma, ademas de tener una voz y unas tablas de envidia. El resto ya lo habeis comentado vosotros. Muy bien los teloneros tambien.
    Me senti transportado a otra epoca, que nunca vivi, la atmosfera creada sinonimo de perfeccion.



  • Por cierto, me cruce con el flowers. Pense que el tio se iba a marcar un numerito de los suyos.



  • Que envidia.
    A mi tb me habría gustado mucho ese concierto y no he ido por pensar cosas falsas e imaginarias ….
    buaa lloro



  • Pues no, como ya dije en el hilo de Reseñas, el disco de Hurts no me convención, y su directo fue más bien pasable, vaya, que si tengo que volver a pagar 20 euros por verles de nuevo, los va a pagar Clavijo.

    Demasiado sobrados para esa sala tan pequeña, me sonaron a The Killers, a Coldplay, y a los Backstreet Boys. Que sí, que en algún momento hubo tintes de Ultravox, hubo esperanza? Vale, lo reconozco, soy débil, pero simples espejismos. A mí no me convencieron, pero al público parece ser que sí, ahí gritaban más que con la Gaga.

    Lo mejor? La versión de "confide in me" de Kylie, ay! la kylie y aquel ramalazo indie que le dio, qué recuerdos…

    Lo peor? no vuelvo a la sala Penélope en mi puta vida. Qué horror de antro, de sonido, y de columna en medio del escenario. Buf.



  • Servidor se miró lo de Sax.org por encima en el libreto del LEM la primera noche del festival, vió que era una movida basada casi básicamente en un saxo bajo, lo retuvo en mente, llegado el día buscó en el callejero la dirección concreta, y diez minutos antes de la hora del bolo estaba sentado en el primer banco de la capilla de la Esglèsia de Santa Maria de Gràcia, tras haber preguntado, alucinado, "aquí es farà?", supongo que dando por sentado que sería en una sala adjunta o en un espacio habilitado estilo Sònar '09.

    Y, sí, sí, rodeados del Domund, confesionarios, y cuadros y esculturas de santos, ángeles, y la virgen, Wenceslao Guarro se sento a tocar el pequeño órgano mientras, unos minutos después, Ferran Besalduch irrumpió con su oboe desde la entrada, rompiendo la solemnidad del órgano, pero integrándose perfectamente en él, mientras avanzaba por un lateral. Una vez allí, y terminada la primera pieza introductoria, Guarro no se pudo estar de subir al estrado del capellán y ofrecer una pequeña 'homilía' sobre las motivaciones improvisatorias del dúo. Tras ello, cumplieron con la prometida improvisación, esta vez con Besalduch ya al saxo, tan cercano que era imposible no seguir con la cabeza los barridos que hacía, y hasta podías oír crujir las clavijas, en una combinación de instrumentos templada y un punto lúgubre.

    Así estuvieron cerca de media hora, para luego ofrecer una pieza final como despedida, de nuevo con Besalduch al oboe, e invitando a la gente a que fuera abandonando la capilla durante su interpretación, pero nadie de la cincuentena de personas que éramos se movió de su asiento, porque cosas así en sitios como éste no se dan muchas veces en la vida. Y, además, lo hicieron muy bien.



  • @lelaina:2kx7npso:

    Pues no, como ya dije en el hilo de Reseñas, el disco de Hurts no me convención, y su directo fue más bien pasable, vaya, que si tengo que volver a pagar 20 euros por verles de nuevo, los va a pagar Clavijo.

    Demasiado sobrados para esa sala tan pequeña, me sonaron a The Killers, a Coldplay, y a los Backstreet Boys. Que sí, que en algún momento hubo tintes de Ultravox, hubo esperanza? Vale, lo reconozco, soy débil, pero simples espejismos. A mí no me convencieron, pero al público parece ser que sí, ahí gritaban más que con la Gaga.

    Lo mejor? La versión de "confide in me" de Kylie, ay! la kylie y aquel ramalazo indie que le dio, qué recuerdos…

    Lo peor? no vuelvo a la sala Penélope en mi puta vida. Qué horror de antro, de sonido, y de columna en medio del escenario. Buf.

    Justo ahora acabo de llegar de desayunar…
    estoy a la espera de ver si en el periodico sale la crítica del concierto de sharon jones... aún no ha salido pero sí que han escrito la de Hurts:
    http://www.elperiodico.com/es/noticias/ ... 1407.shtml
    por si te interesa...



  • Pues muy bien A Sunny Day in Glasgow y muy bien sus teloneros, unos Candy Claws que hacen las delicias de fans de Animal Collective y MBV por partes iguales.Estos pegarian muy bien en el PS. Tambien tocaron unos tal Superhumanoids que no conocia pero a los que habra que seguir la pista.

    Great Scott.Allston,MA. Casi lleno, unas 400 personas.



  • @hansen:fv640tv1:

    @lelaina:fv640tv1:

    Pues no, como ya dije en el hilo de Reseñas, el disco de Hurts no me convención, y su directo fue más bien pasable, vaya, que si tengo que volver a pagar 20 euros por verles de nuevo, los va a pagar Clavijo.

    Demasiado sobrados para esa sala tan pequeña, me sonaron a The Killers, a Coldplay, y a los Backstreet Boys. Que sí, que en algún momento hubo tintes de Ultravox, hubo esperanza? Vale, lo reconozco, soy débil, pero simples espejismos. A mí no me convencieron, pero al público parece ser que sí, ahí gritaban más que con la Gaga.

    Lo mejor? La versión de "confide in me" de Kylie, ay! la kylie y aquel ramalazo indie que le dio, qué recuerdos…

    Lo peor? no vuelvo a la sala Penélope en mi puta vida. Qué horror de antro, de sonido, y de columna en medio del escenario. Buf.

    Justo ahora acabo de llegar de desayunar…
    estoy a la espera de ver si en el periodico sale la crítica del concierto de sharon jones... aún no ha salido pero sí que han escrito la de Hurts:
    http://www.elperiodico.com/es/noticias/ ... 1407.shtml
    por si te interesa...

    el caso es que en EL PAIS y en EL MUNDO les ponen genial… no entiendo nada.



  • Gran presencia la de Maika Makovski esta noche en la sala Wah Wah, en Valencia. Arrancó leonina, alternando susurros y rugidos, con la banda teniéndole el paso con energía y elegancia. Funcionan mejor cuando olvidan los devaneos más pop y la americana más languida, y le pegan al lado más urgente, más carnoso. El público les arrancó un par de bises y aún pedían más; no me parece que fuese para tanto, pero concierto notable, en todo caso.



  • Ya he visto a Cuzo unas cuatro veces, y lo de anoche fue…bestial. Presentando el disco en casa, y con su tercer bajista en, al menos, 17 meses -fagocitándolos al ritmo de los Chili Peppers con los guitarristas-, salieron con unas ganas y una energía que habrían convencido hasta a Anónimo Fernández. Fieros, ruidosos -el volumen hizo lo suyo: incluso con tapones sonaban excesivos-, y sin dar tregua, se zamparon los temas del nuevo disco, bastante más apoyado en riffs stoner-setenteros, mientras seguíamos en estado de shock, y hasta tocaron uno nuevo para cerrar la noche, teminado hace diez días y que recién estrenaban en directo. Una hora de bolo, porque les cortaron. Ojito, que van a por todas.

    Antes, Lubianka ( http://www.myspace.com/lubiankamusic ) soprendieron con una extraña pero eficaz mezcla de prog oscuro y ambiental y riffs rock-blues con la guitarra acústica (!), algún teclado a lo Goblin, y con la letra/recitado de un tema en català. Los Marc Bartra del rock psicodélico local desde ya.

    Un poco más Jeffren han salido Aleppo Pine, que se decantan por la psicodelia pop-folk-rock de los sesenta, presentándose con sitar, teclado, theremin, bajo, guitarra(s), y batería, y emparejándose en sus momentos más brillantes con Sleepy Sun y en los risibles con TSOOL. Correctos en general, aunque no se soltaron de verdad hasta el último tema (curiosa manía de muchas bandas, la de contenerse y no desfasar hasta el tema final)

    Un tercio de entrada en Sidecar, aunque con Pantaleón, Pep y Fermín parecían aullar desde los lavabos hasta el guardarropía



  • Ningún madrileño vio a John Hiatt y la LeGardon el miércoles?



  • La presentación oficial del disco de Nacho Umbert y la Compañía en la Ciudad Condal (sala 3 del Auditori) tuvo retazos de gran recital y también momentos propios de un festival de fin de curso. Lo segundo se debió a la presencia mayoritaria entre el respetable de familiares, amigos y profesionales varios vinculados con el artista y sus músicos. Daban ganas de gritar ¡Que levante la mano el que haya pagado entrada! a ver si alguien se había retratado en taquilla. Aclaro que yo, tampoco.

    En lo musical, el concierto empezó inspirado, con Umbert a la guitarra acústica y la voz, Refree ejerciendo de multiinstrumentista y apoyados por una banda de tres miembros. Pop de cámara, sutil, delicado, pero sin caer en tenebrismos. Por momentos, la dicción del cantante y el acercamiento a sonidos brasileños me recordaron a un Carlos Berlanga de guitarra de palo. Y eso son palabras mayores.

    Lástima que, a mitad de actuación, Umbert aparcara momentáneamente las canciones de su debut, 'Ay' y presentara alguna canción nueva, muy por debajo de la calidad de las ya grabadas. También aprovechó para subir al escenario a dos miembros de Paperhouse y recuperar dos temas de su antiguo grupo. Todo ello alteró el ritmo del recital y dio pie a algún bostezo que otro. Pese a retomar las canciones del álbum en la recta final, a mí ya me había sobrevenido cierto hastío.